Sin Comida ni Agua: Zulianos sucumben ante el flagelo de la tortura de apagones de 24 horas y más, con sensación térmica de 40 Grados.
Vivir en el estado más caluroso de Venezuela, donde desde hace más de 100 años que el mismo tiene servicio eléctrico, lleva a la necesidad de tener un aire acondicionado para paliar el calor que flagela a cada segundo a los zulianos, «ni porque nacimos aquí podemos resistir tanto», comentaba un ciudadano al ser entrevistado en las adyacencias de la plazoleta de la Basílica en el centro de la ciudad.
El plan de racionamiento excluyó a la capital y al estado Vargas, cuando debieron realizar un baremo de los estados más calurosos y con necesidad primordial de controlar la temperatura los ciudadanos en sus viviendas, donde se reúnen ya no para hacer tareas los niños porque no hay escuelas, ni los proyectos los jóvenes porque no hay universidades impartiendo clases, ni adelantar trabajo los adultos porque en el mes de Marzo solo hubo 8 días hábiles y en Abril no ha habido ninguno, se reúnen a comer lo que consigan a la luz de una vela.
Solo quedan pocos supermercados, y los comercios que han ido cerrando ya sea por los saqueos o por quedarse sin mercancía debido a que no hay despachos, ya que las grandes cadenas de distribución de alimentos cómo Cargill (harinas) y Polar (diversos productos), fueron saqueadas sus instalaciones tanto en Maracaibo como en Cabimas.
A medida que pasa el tiempo hay menos sitios donde adquirir alimentos y los que quedan dolarizaron sus precios y ni siquiera aceptan bolívares solo billetes verdes del norte..
La tragedia humana de los pacientes crónicos
Ya pocos politiqueros (de ambos lados) NO hablan de la tragedia de los paciones con enfermedades crónicas, tal es el caso de los que necesitan quimioterapia, radioterapia, y los enfermos renales que deben dializarse al menos dos veces por semana, las ONG´s solo los incorporan a las cifras de fallecidos a causa de apagones. Es muy duro tener que pagar una diálisis en $100 dólares americanos, quién no lo tiene simplemente muere..
Ser hipertenso en el estado Zulia en condiciones normales ya es un problema, tener que buscar la medicina al precio que sea o aguantar hasta morir.., imagínense sin poder bajar la temperatura del entorno y sin medicinas porque no hay punto de venta, no hay efectivo y todo está dolarizado…, «Cada día muero un poco, no sé si mañana será el último, me enterraran en el patio», decía Yolanda, una entrevistada frente a su residencia, aludió que duermen en la acera ya que no aguantan ni en la noche, prefieren lidiar con los zancudos que «amanecer muertos en ese horno».
Ir a un hospital es morir
Si antes de estos inhumanos apagones visitar un hospital de la red pública era jugar a la ruleta rusa, en la actualidad es peor, los mismos se han convertido en un foco de infección, pisos y paredes pútridos, olores que suben de las morgues donde ya no hallan que hacer con los cadáveres pues sin apagones ya no funcionaban las cavas para los restos humanos ahora menos.
“Enfermarse en Venezuela de cualquier cosa es morir”, dice un entrevistado en los predios del hospital Chiquinquirá.
Nadie responde, no hay responsables
Señalamientos de lado y lado, nadie responde, todos se acusan mutuamente, la corrupción es la culpable, los bolichicos que de Derwick que vendieron plantas eléctricas africanas con 40 años de antigüedad cómo nuevas y se llevaron 30mil millones de dólares americanos, mientras que los venezolanos quedamos a la deriva, acusan desde el bando opositor…
Desde las filas del oficialismo señalan a los rayos cósmicos lanzados desde naves interestelares americanas cómo los causantes del desastre.
Al final del día, después de dilapidar y dejar que los corruptos se robaran 1 billón de dólares en los tiempos de la bonanza petrolera más grande que ha tenido el país, Venezuela terminó dependiendo de la obra de infraestructura más insigne de los cuarenta años de democracia: El GURI.