Yvo de Boer, afirmó que hay que fortalecer las relaciones de confianza entre los miembros de Naciones Unidas tras la cumbre de Copenhague.

     El responsable de la ONU sobre cambio climático, Yvo de Boer, afirmó hoy que hay que fortalecer las “relaciones de confianza” entre los miembros de Naciones Unidas dañadas tras la cumbre climática de Copenhague.

En la segunda jornada del “Diálogo Climático de Petersberg”, que se celebra hasta mañana en Königswinter (oeste de Alemania), De Boer aseguró que el proceso negociador “quedó seriamente dañado” después de que varios países criticaran su exclusión del diálogo y abogó por intensificar la confianza y la transparencia del proceso.

El “Diálogo Climático de Petersberg”, que ayer inauguraron la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente mexicano, Felipe Calderón, prevé impulsar el diálogo internacional sobre la reducción de emisiones contaminantes con 45 delegaciones ministeriales de cara a la próxima Cumbre de Cancún (México) de finales de año.

Pese a que el objetivo de la ONU es que de Cancún surja un tratado vinculante de reducción de emisiones, que sustituya al Protocolo de Kioto una vez éste expire en 2012, De Boer se mostró cauto y abogó por consensuar una “arquitectura operativa” que permita seguir trabajando y aumentando los objetivos de reducción.

Señaló que el tratado legal no será posible hasta que los países comprueben “que existe un sistema viable” y lo refrenden. “Si no, sería como pedirles que firmaran un cheque en blanco”, argumentó.

En su opinión, esa cumbre “no dará todas las respuestas” necesarias en la lucha contra el calentamiento global sino que arrojará una solución que no será “ni suficiente, ni definitiva, ni lo bastante buena”.

La secretaria de Estado española de Cambio Climático, Teresa Ribera, aseguró a Efe que aún es “prematuro” aventurar si Cancún podrá concluir con un acuerdo vinculante pero elogió “la voluntad de todas las partes de avanzar” en las negociaciones y la actitud constructiva de las delegaciones.

Señaló que la Unión Europea no quiere “renunciar” a ese tratado pero comentó que aún no puede decirse si en Cancún podrá cerrarse un acuerdo global o si serán necesarios “tiempos más amplios”.

“Debemos gestionar las expectativas con cierto sentido de la realidad”, apuntó Ribera y agregó que la lucha contra el cambio climático no es en absoluto “una cuestión sencilla”, puesto que implica “la transformación del modelo de desarrollo de manera equitativa”.

Explicó que actualmente el 80 por ciento de los contenidos del futuro documento “están ya en estado de madurez” pero es necesario aún que se alcancen consensos respecto al 20 por ciento restante.

“Si esas condiciones se darán en tres meses, en seis meses o en un año no está claro todavía”, apuntó.

Ribera celebró además que en la conferencia de Königswinter se esté “intentando centrar el debate en preguntas concretas y ejemplos prácticos” vinculados a las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, los mecanismos de financiación y la lucha contra la deforestación.

No obstante, refirió que la falta de confianza entre las partes es uno de los principales obstáculos de las negociaciones, junto con la “lentitud” del proceso legislativo medioambiental en EEUU, el segundo país más contaminante, por detrás de China, y la configuración de nuevos mecanismos de supervisión y transparencia.

Ribera valoró el “discurso comprometido” del presidente Calderón y aseguró que México tiene una “posición privilegiada” por su “credibilidad histórica” para consensuar “sensibilidades” diferentes antes de la cumbre de Cancún.

España ha anunciado una aportación de 45 millones de euros este año para el fondo de adaptación a los efectos del cambio climático de la ONU, una propuesta que, según Ribera, cosechó elogios durante la conferencia de Königswinter y que De Boer calificó de “alentadora” para el debate sobre la financiación.

La próxima ronda de negociaciones formales previas a la cita mexicana tendrá lugar del 31 de mayo al 11 de junio en Bonn (oeste de Alemania).

Vía EFE