Werner Gutiérrez: ¿Y el combustible prometido al sector agropecuario para cuándo?
Los productores agropecuarios venezolanos continúan con los parches de la crisis a cuestas, arrastrando las consecuencias de los errores e incapacidad de quienes conducen las políticas económicas y agrícolas del país. Sin embargo, la gente de nuestros campos no se detiene, gracias a su testarudez, convertida ya en virtud, siguen sorteando infinidad de obstáculos y limitaciones, para sobrevivir al inocultable fracaso del “Socialismo del Siglo XXI”.
Se ha ido el mes de junio, y con él se desvanecen las expectativas de los agricultores del estado Portuguesa, granero de Venezuela, de lograr ver cubiertos todos sus campos del verde esperanza del cultivo del maíz, que meses después se haría presente, ya convertido en nutritivas arepas, en los necesitados hogares del país.
Los productores tanto de Portuguesa, Barinas y buena parte de Cojedes, al limitarles el gobierno el acceso al combustible para su movilización y operatividad de la maquinaria agrícola, no lograron cumplir sus expectativas de siembra, desaprovechando un excelente año desde el punto de vista climático para la siembra del cultivo más importante en la dieta del venezolano.
Específicamente en Portuguesa, nuestro principal productor de maíz, sus asociaciones con financiamiento propio, se prepararon para sembrar este año 130.000 a 160.000 hectáreas, pero sólo les han permitido alcanzar el 50 – 60 % de su expectativa de siembra. Según declaraciones del representante del rubro maíz de FEDEAGRO la superficie sembrada “sumando lo logrado en Barinas, Cojedes y Portuguesa, alcanza cerca de 80.000 a 85.000 hectáreas”.
El período de siembra de maíz en Guárico, arrancó alrededor del pasado 15 de junio con una expectativa de siembra de 50.000 hectáreas, sorteando igualmente los obstáculos que conlleva no tener pleno acceso al gasoil. Los valientes productores de este estado, el segundo mayor productor de este cereal, han logrado sembrar aproximadamente 20.000 hectáreas, estando a pocos días de culminar la época ideal de siembra.
En el Oriente venezolano, se espera alcanzar una superficie de siembra de maíz de 5.000 hectáreas, teniendo para cumplir esta meta, de contar con suministro de gasoil y gasolina, hasta finales de julio. Para esa zona del país, también existe la expectativa de la siembra de soya, zona que se ha destacado en la siembra de este grano de significativa importancia para la elaboración del alimento balanceado para animales.
Mientras toda esta tragedia ocurre en los campos agrícolas venezolanos, presenciamos a diario las peroratas de los personeros del gobierno lanzando sus promesas al vacío, garantizando “eficiencia o nada”.
Recordemos la alocución de Nicolás Maduro del 21 de abril pasado ordenando al Vicepresidente de economía y al Ministro de agricultura productiva y tierras regularizar la distribución de diésel para los productores agropecuarios: “Debe resolverse el problema del diésel… les propongo un plan de 60 días de distribución de diésel en el sector agroalimentario… en 72 horas quiero ver el mapa de abastecimiento a los productores, no hay excusa”,
En Portuguesa, el Gobernador en el año 2020 creo el Sistema Combuspor, garantizando surtir combustible “sin colas, sin trampas, sin intermediarios y sin bachaqueros”, incorporando luego a este sistema los productores agrícolas. Sin embargo, en el mes de mayo pasado, ante el desastre generado anunciaron: “queda suspendido el registro de productores para la activación del Sistema Combuspor Agrícola…”
Más recientemente, según reportó el portal Bloomberg, en entrevista que les concedió el ministro de petróleo y presidente de PDVSA, Tareck el Aissami, este afirmo que las largas colas en las estaciones de servicio para surtir gasolina se acabarían para finales del mes de junio y que antes de finalizar este año 2021 el país estará produciendo 4 veces más petróleo de lo que produce ahora.
Estamos ya a mediados del mes de julio, y los productores que lograron sembrar maíz o arroz, no disponen del gasoil para la aplicación de los fitosanitarios que le garanticen llevar sus cultivos con éxito, tampoco disponen del combustible para los aviones de fumigación, por lo cual se han visto obligados a realizar la aplicación de fertilizantes y agroquímicos de manera manual.
Nos preocupa se repita la lamentable tragedia ocurrida en el ciclo agrícola 2020 – 2021, cuando se perdieron en los campos venezolanos 350.000 toneladas de caña de azúcar y 12.000.000 de kilogramos de frijol al legar las lluvias y no disponer los productores del gasoil para las labores de cosecha.
A esta vergonzosa cifra, en un país en el cual nueve de cada diez hogares presenta serios problemas de alimentación, debemos sumarle las hortalizas pérdidas por falta de transporte en el eje de los estados andinos, según denuncia formulada por UNAGANDES, organización que además afirma que “la falta de combustible impide a más del 90% de los productores iniciar las siembras”.
Por su parte FEDENAGA advierte “el 80% de los equipos con los que se realiza las actividades de campo adolece de combustible… existe el riesgo de desabastecimiento de productos lácteos, debido a que la leche hay que recogerla a diario en las unidades de producción”.
Estamos a pocas semanas de iniciar la cosecha del maíz, y no hay certeza de contar con el combustible necesario para esta labor. Sólo para lo sembrado en Portuguesa, voceros del sector estiman se necesitan 5.000.000 litros de gasoil para la cosecha y procesamiento. En el país con las mayores reservas probadas de petróleo y gas del mundo, con una de las refinerías de mayor capacidad de refinación instalada del planeta, volvemos a preguntarle al gobierno ¿Y el combustible prometido al sector agropecuario para cuándo?