No comparto la visión de quienes sumergidos en el pesimismo afirman que Venezuela es un país resignado, rendido ante quienes nos oprimen. Más allá de las similitudes históricas que pueden existir entre lo sucedido en la isla caribeña y la destrucción generada por el Socialismo del Siglo XXI en nuestro país, difiero así mismo de quienes sostienen que “Venezuela es Cuba”.
Mi posición está fundamentada en el diario encuentro con los más diversos grupos de valientes luchadores, inmenso ejército de almas indomables impregnadas de amor patrio, apegadas a un honesto compromiso con esta hermosa tierra que los vio nacer, y por la cual están dispuestos a pesar de los oscuros presagios, a dar lo mejor de sí.
Mientras recibimos con pesar el informe del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE Libertad) según el cual se han registrado 125.248 acciones que afectan al derecho de propiedad privada en el país por parte de los gobiernos de Hugo Chávez – Nicolás Maduro, que ha ocasionado el cierre de 8000 empresas, somos testigos igualmente del trabajo permanente que desde diversos sectores empresariales, acompañados por la sociedad civil, se realiza con miras a superar esta oscura mancha de nuestra historia.
La pasada semana, por invitación de Omar El Chumary y Osman Quero, presidente y primer vicepresidente respectivamente de FEDECAMARAS Portuguesa, tuve el especial privilegio de participar como conferencista en la “Caravana de la Libre Iniciativa Emprendedora 2018. Democracia y Libre Empresa” actividad realizada en la ciudad de Acarigua, dentro del Programa “Aprendiendo a Emprender”, desarrollado por este gremio empresarial desde el año 2013.
La gran mayoría del país está consciente que las distorsiones creadas por el modelo político, económico – agrícola aplicado durante ya casi 20 años hacen imposible manejar la crisis presente, si nuestro país continua dirigido por los mismos responsables de tan estrepitoso fracaso. Urge un acuerdo nacional para impulsar un cambio de rumbo, superando el modelo anacrónico y fracasado actual, permitiéndonos iniciar la recuperación del aparato productivo venezolano.
Celebro este tipo de iniciativas impulsadas desde FEDECAMARAS, no podemos seguir a la espera de caudillos salvadores mientras vemos empeorar la situación de hambre en nuestro pueblo, contemplamos la emigración forzada de nuestros talentos, presenciamos el cierre de empresas y la disminución de la producción de alimentos. Tenemos la obligación de dejar de ser habitantes de un país, y convertirnos en ciudadanos responsables de esta gran nación llamada Venezuela.
Debemos asumir el reto de continuar propiciando el encuentro productivo de los infinitos talentos que poseemos para ofrecer un proyecto alternativo de país, fundamentado en los principios que soportan la democracia y la libre empresa. Requerimos de un estado dedicado a cubrir la deuda social generada luego del despilfarro de la bonanza petrolera, priorizando entre otros aspectos la educación, la calidad de vida del ciudadano y el emprendimiento.
Portuguesa, es una de las regiones que nos indica el camino a seguir. Son amplias las iniciativas con notable éxito que nos ofrecen organizaciones como la Asociación de Productores Agrícolas Independientes (PAI) o la Sociedad de Cañicultores del Estado Portuguesa (SOCAPORTUGUESA) entre tantas otras. En los próximos años nos tocará vivir los retos más grandes a los cuales se enfrentará la actual generación de productores agropecuarios. Quienes han sobrevivido a la presente crisis, han demostrado tener la habilidad necesaria de acompañar la transformación política – económica y agrícola que se avecina.
El modelo agrícola, la empresa agropecuaria, los gremios del sector del mañana, debemos continuar construyéndolos desde hoy, en sintonía con la realidad del mercado internacional de alimentos. Tenemos claro que desde las 34 millones hectáreas de tierras aptas en nuestros campos, no solo debemos plantearnos la meta de generar 62.000 toneladas de alimentos diarios para cubrir la necesidad de nuestro pueblo, sino que en el horizonte cercano está proyectado el recuperar e incrementar la capacidad de colocación de nuestros productos en los más diversos mercados del mundo.
La Venezuela emprendedora, la Venezuela agroexportadora, se está construyendo, está germinado, sin perder de vista que es condición indispensable para su desarrollo sostenible, el coadyuvar para recobrar la democracia, la libertad y la independencia de nuestra amada patria.
Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer
Ex Decano de la Facultad de Agronomía de LUZ
@WernerGutierrez