Esto es lo que escribe Vladimir Villegas, tal como lo publica El Nacional:
La diversidad y el espíritu unitario fueron dos de los elementos más destacados del acto realizado el pasado viernes en el Domo de Barquisimeto para anunciar al país la constitución del Frente Progresista por el Cambio, una instancia formada por los partidos Podemos, PPT, Causa R, MAS, Fuerza Laboral, Movimiento Ecológico, Bandera Roja y Vanguardia Popular, y que por los momentos no tiene planteado el anuncio de lanzamiento de alguna candidatura o de apoyo a alguna de las ya existentes en la oposición venezolana.
En medio de una multitud que sobrepasó la capacidad del Domo, y de un ambiente de amplitud, quedó claro que no existe una agenda oculta destinada a dividir las fuerzas que propugnan un cambio en Venezuela, para hacer realidad los postulados contenidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Pero sí hacer saber y sentir que para este bloque es imprescindible asumir un discurso que no olvide el acento social que debe tener la plataforma de quien resulte elegido como candidato unitario de los factores que reclaman cambio, y que también es menester impulsar lo que acertadamente se ha denominado la unidad superior.
Esta unidad superior es una necesidad política que va más allá de los intereses mezquinos que en determinado momento puedan prevalecer. Es una unidad superior porque busca constituir el más amplio abanico de sectores que no necesariamente se sienten representados e incluso atraídos por la Mesa de la Unidad Democrática. Pero, ojo, no es un frente contra la Mesa, o paralelo a ella. Es un esfuerzo complementario que garantizará la sumatoria de nuevos factores, entre ellos el partido Patria para Todos, que no se ha sumado oficialmente a la Mesa de la Unidad, pero que ya tiene claro, según lo he conversado con muchos de sus dirigentes, que no hay retorno posible a las filas del chavismo.La unidad superior que reclama Venezuela en esta hora no se puede limitar a la Mesa de la Unidad, aunque sea una instancia válida y en cierto modo consolidada, ni puede ser monopolizada por algún factor individual o partidista, porque ninguno tiene la fuerza por sí solo para conducir una estrategia victoriosa de cara a 2012.
En este esfuerzo para producir el cambio son necesarios todos los que están y no pocos que faltan. Por eso nace el Frente Progresista por el Cambio, para intentar llegar hasta sectores que pese a estar descontentos, decepcionados y desesperanzados no encuentran un espacio en el cual ubicarse e incorporarse sin reservas a la tarea de renovar la esperanza.
No es tiempo de facturas o de pequeños cálculos. Es tiempo de unidad, de enterrar el sectarismo, de encontrar un lenguaje común y de construir un programa transformador que nos permita salir de este presente sin retornar al pasado, sin incurrir en el error de responderle a un extremismo con otro extremismo. Eso no lo aguantaría la sociedad venezolana, porque entraríamos en una dinámica incontrolable y sumamente peligrosa.
Realmente es alentador que dirigentes populares como Henri Flacón, Ismael García, Andrés Velásquez, Liborio Guarulla, José Albornoz (quien no pudo asistir pero ratificó su apoyo), Alfredo Ramos, Pastora Medina, Rafael Venegas, Gabriel Puerta y figuras regionales como Lester Rodríguez, Julio César Reyes, Goyito Graterol, entre otros, estén animados a renovar su compromiso con la difícil tarea de construir una unidad que se consolide por encima de las dificultades y con el claro objetivo de construir una Venezuela con inclusión y sin exclusión.
“Un frente por la unidad superior”
Por: Vladimir Villegas