La iniciativa se desarrollará a partir de la semana que viene en 34 municipios del distrito de Jhunjhunu, con una población de unos 300.000 habitantes, y tiene el objetivo de frenar un hábito que practica en torno a la mitad de la población del gigante asiático.
“Todo el mundo debería construir un retrete en casa o en su defecto utilizar los aseos públicos”, explicó el jefe administrativo del distrito de Jhunjhunu, Yogaram Yangid.
Según Yangid, en cada municipio cuatro o cinco voluntarios se encargarán de tocar música por las aldeas y pueblos junto a los que hagan sus necesidades en público, a los que se identificará para después anunciar en público sus nombres.
“La defecación al aire libre ocurre sobre todo a primera hora de la mañana, por lo que es en esta franja del día cuando los voluntarios estarán más alerta”, dijo Yangid.
La fuente agregó que se ha iniciado un debate con la comunidad local y que la iniciativa, que comenzará a aplicarse durante el festival de Diwali (una especie de “Navidad” hindú), está cosechando de momento una “reacción desigual”.
Según Yangid, las autoridades de Jhunjhunu iniciaron hace unos meses un programa para subvencionar a familias pobres la construcción de 10.000 retretes en sus hogares y 50 municipios del distrito ya están considerados “libres de defecación en público”.
El Gobierno indio ha impulsado varios programas desde hace años con el objetivo de poner fin a la defecación al aire libre, pero todavía en torno a la mitad de los 1.210 millones de habitantes, sobre todo en zonas rurales, siguen teniendo este hábito.
“Somos la capital mundial de la defecación al aire libre. Es un asunto que causa preocupación, angustia y rabia”, dijo el pasado agosto el ministro indio de Desarrollo Rural, Jairam Ramesh, que precisó que el 60 por ciento de ese hábito tiene lugar en la India. EFE