Un grupo de víctimas de las FARC en Colombia respaldó este jueves el nuevo acuerdo de paz alcanzado con esa guerrilla el fin de semana en Cuba y abogó por una implementación pronta que ponga fin a más de medio siglo de conflicto armado.
“Creemos que no será el mejor acuerdo, pero es una opción que tenemos en este momento para vivir mejor”, dijo Yuli Palacios, representante de Pacipaz, una alianza de organizaciones de comunidades negras e indígenas del Pacífico colombiano, en rueda de prensa en Bogotá.
Los representantes de las organizaciones participaron en una rueda de prensa junto al representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, Todd Howland, en la que además estuvieron comunidades y víctimas de la conflagración interna provenientes del departamento de Chocó (noroeste), el más pobre del país.
Las comunidades mostraron su apoyo al nuevo pacto alcanzado entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), luego de que el anterior fuera rechazado el 2 de octubre en un plebiscito.
El nuevo acuerdo incluye proposiciones de los representantes del “No” al convenio original, logrado tras casi cuatro años de negociaciones en La Habana y en el marco del cual hay un cese al fuego bilateral vigente desde agosto.
“Cada día que pasa es una amenaza (…) nosotros consideramos que no podemos seguir esperando más los asuntos de la construcción de la paz en nuestros territorios”, afirmó Leyner Palacios, representante de las víctimas de la masacre de Bojayá, donde en 2002 murieron 79 personas que se refugiaban en una iglesia de enfrentamientos entre las FARC y grupos paramilitares.
Otras víctimas del grupo rebelde, el principal y más antiguo del país, se han opuesto a lo acordado porque sostienen que no se les ha escuchado y rechazan que los guerrilleros señalados de delitos atroces tengan elegibilidad política y no vayan a pagar penas de prisión acordes con los delitos cometidos.
Colombia registra más de 260.000 muertos en medio siglo de violencia fratricida, que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes de la fuerza pública.
AFP