Panetta respondía así a las informaciones que apuntan a que Mubarak podría anunciar su marcha esta noche, para dejar al frente del país a su vicepresidente, Omar Suleimán.
El director de Agencia Central de Inteligencia (CIA) dijo que ha recibido informes de que Mubarak podría dimitir pero con todo, precisó: «no hemos recibido nada especifico».
Consideró, sin embargo, que lo más probable es que Mubarak deje en manos de Suleiman la tarea de dirigir las reformas.
Preguntado sobre el impacto de la crisis de Egipto en la estabilidad de países como Arabia Saudí, Siria y Jordania, Panetta dijo que preferiría discutir la situación de esos y otros países de la región en la sesión a puerta cerrada que tendrá lugar posteriormente en el Congreso.
Sin embargo, afirmó que hay varios países en el mundo árabe que afrontan las mismas preocupaciones sobre «la falta de libertades, falta de reformas políticas, elecciones libres y abiertas, estancamiento económico, y el impacto del desempleo» entre los jóvenes.
«Hay un número de países que podrían verse afectados de la misma manera» que en Egipto, advirtió Panetta.
Acompañado por el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, y el director nacional de Inteligencia, James Clapper, el director de la CIA había indicado previamente que su organización ha desplegado un grupo de trabajo de 35 personas para determinar cuál puede ser el futuro de Oriente Medio tras los últimos acontecimientos.
Hasta el momento, el Gobierno estadounidense no ha querido pronunciarse sobre la posibilidad de que Mubarak abandone el poder.
En ruta hacia Marquette, en Michigan, donde el presidente Barack Obama tiene previsto pronunciar un discurso sobre la economía, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, se limitó a indicar que «la situación en Egipto es muy fluida».
La televisión pública egipcia anunció hoy que el presidente Mubarak dará un discurso a la nación próximamente, mientras que decenas de miles de personas permanecen expectantes en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en Egipto, ante la posibilidad de que éste abandone el poder.
Cientos de personas continúan entrando en la plaza, donde la gente canta «Hemos conseguido echar a Mubarak», según pudo constatar Efe.
El primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, afirmó hoy que «todo está en manos del presidente Mubarak y no se ha tomado ninguna resolución hasta ahora».