El reclamo a gritos de los pasajeros era que los indemnizaran por las horas de sueño perdidas y la falta de atención al cliente por parte de la empresa.
Expresaron que muchos de los vacacionistas son de San Cristóbal, Caracas, Guárico, entre otros, y que “gracias” al retraso de los horarios tendrán que dormir en Puerto La Cruz hasta la mañana siguiente, lo cual les implica hacer un gasto no contemplado.
Iván Pérez y Larry Jiménez, manifestantes, aseguraron que se estacionaron a las puertas de la naviera desde las cuatro de la madrugada de ayer, a la espera de la llegada del ferry exprés Lilia Concepción, el cual se suponía zarparía a las 6:30 a.m.
Pérez y Jiménez señalaron que desde las siete de la mañana tocaron las puertas a la gerencia de Conferry, pero nadie les abría. A las diez tuvieron que romper el vidrio de la oficina para que dieran una respuesta. Ésta, supuestamente, fue que el barco estaba demorado y debían esperar a hasta las tres de la tarde para su embarque.
Rolando Maneiro, gerente de ventas de boletos en Conferry, informó a la prensa que la máquina de estribor del Lilia Concepción presentó una falla mecánica, al igual que el sistema de computación y en vista de que trasladan vidas humanas no se arriesgarían a salir del muelle con esas averías, que serían solucionadas al cabo de varias horas.