El Gobierno izquierdista del presidente Hugo Chávez había decretado en mayo la expropiación de Monaca, filial de Gruma, para conformar una unidad socialista de procesamiento agroindustrial dentro de sus planes de controlar la producción de alimentos y frenar el desabastecimiento.
“Ellos han propuesto la posibilidad de una empresa mixta y lo estamos estudiando, pero ya en este momento eso está bajo administración del Gobierno”, dijo el vicepresidente del país, Elías Jaua, a periodistas tras una visita a un supermercado estatal.
El funcionario no dio más información sobre la eventual asociación, pero al ser precisado si Monaca sería expropiada, dijo “no”.
La medida sobre Monaca, una de las empresas más importantes del país latinoamericano, incluía la adquisición forzosa de los bienes de producción, procesamiento y almacenamiento de harina de trigo y maíz, pastas, arroz, aceite, avena, productos del mar y especias, según el decreto de mayo.
El Gobierno de Chávez había anunciado la expropiación en momentos en que el país enfrentaba serios problemas en la oferta de algunos alimentos básicos, en el marco de la contracción de la economía y de una galopante inflación.
El proyecto socialista de Chávez ha ejecutado decenas de expropiaciones en los últimos años bajo la premisa de que los medios productivos deben pertenecer a la nación y no a capitales externos. Así, ha estatizado desde millonarios proyectos petroleros y cementeras hasta frigoríficos, mercados y una universidad.
Reuters