De comer lomito en la 4ta a sopa de Hueso en la 5ta
A comer huesos. Nancy Piña, ama de casa de 40 años, intenta dar “algo de proteína” animal a sus hijos ante los precios “caros” de la carne. Y es que el kilo trepa a los 50 mil bolívares, un salto de nueve mil bolívares que se reporta en menos de un mes en las carnicerías.
Piña compra seis bolívares de huesos “para hacer un caldo porque no alcanza el dinero para poder hacer un buen almuerzo”. Las finanzas del hogar están en caída. “Si se hace algo de dinero en la tarde se come en la cena. O solo queda en el estómago al sopa de huesos”, lamenta.
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Asegura tener “tiempo sin comer carne”. Más de un mes tiene Josefina Luzardo, bodeguera de 52 años. “Desde hace mucho son frijoles, lentejas o arroz con plátano” la comida. Confía en hacer la “mejor” distribución del dinero para rendir el sustento de 12 personas. “Porque el presupuesto no alcanza, comemos por mis hijos que se fueron a Bogotá y desde allá me envían algo”.
Luzardo saca cuentas de precios y siempre deja por “fuera” del abasto doméstico la carne. “Está cara”, prefiere granos que un trozo que “no rinde”. Con la proteína vegetal combate el “precio y hambre”.
Pedro Quero, trabajador de 49 años, no duda de lo “costoso de un kilo de carne”. En el restaurante donde labora, el proveedor ofrece a más de 50 mil bolívares el corte. No el asombra tanto como el “pollo, viene a 30 mil bolívares cada kilo”.
Recuerda que la variación inició con tres mil bolívares, y se situó el precio en 44 bolívares de primera y molida en 42 mil bolívares. “Y ahora todo viene aumentando. Casi todos los días”.
Sospecha de especulación de los intermediarios. “Es un canibalismo, todos se aprovechan de las cosas. Lo hacen con la comida. Así está el azúcar, está incomparable” el alza de precio.
La carne está dentro de los 50 rubros a ser controlados por el Gobierno con la política de precios. El Ministerio de Producción Agrícola y Tierras aún no suelta el decreto de ajuste. Desde agosto se reúne con sectores productivos. Conoce las variables de costos de producción que inciden en disponibilidad de oferta a bajos precios.