“Aún no tienen una definición sobre eso ahí”, señaló el director financiero de Petrobras Almir Barbassa en una rueda de prensa la noche del lunes. “Y en la medida en que ellos decidieran no entrar en la sociedad estamos dispuestos a llevar toda la operación”, reiteró el responsable.
La idea de construir Abreu y Lima en el estado de Pernambuco nació de una reunión entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el ex mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva hace más de siete años.
En 2007 Petrobras decidió empezar a construir la refinería en solitario porque la empresa venezolana no había efectuado los pagos.
En reiteradas oportunidades Venezuela ha expresado su intención de participar en el proyecto y cumplir con su parte del financiamiento de la construcción.
“No le estamos haciendo trampa a Petrobras ni queremos esperar hasta el final para pagar. Estamos en manos de los tiempos de los bancos”, dijo recientemente el ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez.
Sin embargo, Petrobras es tajante con el plazo y en ningún momento ha mostrado intención de flexibilizar los tiempos.
La refinería procesará 230.000 barriles diarios de petróleo pesado producido en Venezuela y la inversión con la que la obra comenzó fue de 4.000 millones de dólares.