Venezuela agiliza la búsqueda de socios extranjeros para explotar la Faja del Orinoco.

      El gobierno venezolano desea finalizar este año la selección de socios extranjeros con los que explotará la Faja del Orinoco (este) para concentrarse en el aumento de la producción en esta rica reserva de hidrocarburos, donde estima producir 4,6 millones de barriles al día en 2020.

“Queremos cerrar este año todos estos temas (las concesiones de bloques petroleros) y no dedicarles más tiempo. Cuando tengamos listo este esquema lo que viene por delante es mucho trabajo”, declaró el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, en un encuentro con un grupo de periodistas.

“Tenemos un plan para un desarrollo acelerado en la Faja con una producción que debe llegar en el año 2020 a 4,6 millones de barriles por día (mbd)”, agregó el responsable.

En este momento, la producción de crudo en la Faja del Orinoco, considerada la mayor reserva de hidrocarburos del mundo, es de 954.000 barriles y la oferta total del país es de 3,011 mbd, según cifras oficiales.

El gobierno venezolano, que recuperó en 2007 el control de los recursos petroleros, ha acelerado en los últimos meses las concesiones en esta riquísima reserva de crudo.

En febrero, los bloques Carabobo I y Carabobo III fueron atribuidos en una licitación a dos consorcios liderados por la española Repsol y la estadounidense Chevron, respectivamente.

Además, el gobierno firmó con un consorcio de empresas rusas la explotación conjunta del bloque Junín 6 y con la estatal china CNPC la del bloque Junín 4. Anteriormente, ya se había suscrito la creación de una empresa mixta con PetroVietnam, para la explotación del bloque Junín 2, y con la italiana ENI, para la del bloque Junín 5.

Todo ello, según Ramírez, implicará un incremento de la producción, sólo en la Faja, de 2,9 millones de barriles y una inversión total de 80.000 millones de dólares.

La explotación de petróleo en Venezuela por parte de empresas extranjeras se realiza conjuntamente con la estatal PDVSA, que tiene siempre al menos 60% de la participación accionaria.

“Nosotros no obligamos a nadie a que viniera. Las empresas llegan solitas, ven las condiciones, las aceptan e invierten. Aquí hay millones de dólares en inversiones privadas. Es un país que está en movimiento”, recalcó Ramírez.

El gobierno venezolano abre las puertas de la Faja a socios extranjeros minoritarios bien por licitación, bien por acuerdos entre gobiernos, “dos procesos que se complementan”, según el ministro. Además, todas las empresas pagan al Estado un bono de acceso que puede llegar hasta los 1.000 millones de dólares.

En este momento, en el campo Junín, un consorcio de empresas japonesas está terminando la certificación de reservas en un bloque y otra compañía de Belarús acaba de terminar este proceso en otro bloque.

El siguiente paso para estas compañías es fijar sus condiciones de acceso a la explotación de crudo y formar una empresa mixta con PDVSA.

Además, en el campo Carabobo queda pendiente de atribuir el bloque Carabobo II. “Hemos estado recibiendo ofertas precisas de varias empresas”, anunció el ministro, sin dar más detalles sobre el proceso de atribución de este bloque.

“Es posible que sea este mismo año. Nos ayudaría bastante”, agregó.

Venezuela, segundo país del mundo con mayores depósitos de crudo, tiene reservas probadas de petróleo de 211.173 millones de barriles y desea elevarlas hasta los 314.000 millones de toneles.

De este total, 235.000 millones de barriles reposarían debajo de la faja del Orinoco, una área de 55.314 km2 donde los crudos son pesados y extrapesados y requieren altas inversiones y logística para su extracción y refinación.

Por ello, la mayoría de las concesiones de la Faja exigen la construcción de un mejorador de crudo.

El ministro confió que en 2011 se implanten las infraestructuras para agilizar la producción temprana (petróleo extraído sin las facilidades de procesamiento) en los últimos bloques concedidos. Ramírez explicó que esta situación se permitirá durante algunos años hasta que se construyan los mejoradores.