Icono del sitio NotiActual.com

Venezolanos se las ingenian para rendir el presupuesto

4   Felicia Carrizalez es una trabajadora doméstica que reside en Kennedy junto con su familia. En el hogar, dos personas están empleadas y el ingreso global supera los 2.500 bolívares, muy por encima del salario mínimo de 1.223,89 bolívares, pero ello les resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas, porque la inflación deteriora sus salarios.

Comenta que casi todo el presupuesto se destina a la compra de alimentos, y en los últimos meses ha tenido que reducir las cantidades de productos.

La aceleración en los precios hace que el ingreso pierda fuerza y se quede corto para atender todos los gastos. Por tal motivo, las familias venezolanas se están replanteando sus hábitos de consumo.

Los venezolanos sobreviven en uno de los países con la inflación más alta del mundo. El BCV reporta que en ocho meses los precios se aceleraron 19,9% y en 12 meses tuvieron un repunte de 29,7%.

Cuando se revisa el comportamiento por estratos se observa que el alza de los precios golpea a los más pobres, quienes en ocho meses tuvieron que soportar una inflación de 21,7%.

Y sufren más, porque de acuerdo con cifras de Datanálisis, los venezolanos destinan 40% de sus ingresos a compra de alimentos, y la inflación acumulada en este grupo es de 28%.

Carrizález asegura que al mes, solo en alimentos puede gastar cerca de 2.000 bolívares, y adicionalmente unos 300 bolívares en artículos de cuidado personal. «Todo está demasiado caro, las cosas suben todos los días y, si está escaso, cuando aparece llega más caro».

El poder adquisitivo solo en el segundo trimestre registró una merma de 6% y adicionalmente, el consumo tuvo una caída de 2,4%. Ese deterioro se manifiesta cuando los ingresos mensuales no alcanzan ni para lo más básico.

La canasta alimentaria, según el Instituto Nacional de Estadística, tiene un costo de 1.312 bolívares, y un salario mínimo solo cubre el 93%.

Replantear
En este escenario de altos precios, que a veces coincide con períodos cíclicos de escasez, los venezolanos hacen maromas.

Hay quienes han dejado de comprar algunos artículos o apelan a marcas más económicas, disminuyen las cantidades, asisten con menos frecuencia a comprar, acuden a los canales de distribución más económicos y dedican más tiempo a hacer las compras y recorren más puntos de venta. Esto último sí se ha vuelto un hábito para los venezolanos.

Yaneth Aguilera vive en San Antonio de los Altos y asegura que hace «un tour» cada vez que sale a comprar el mercado. Su periplo no solo tiene como objetivo encontrar todos los productos que necesita, sino también el ahorro. Durante ese recorrido ha logrado constatar que las frutas y verduras; los productos de cuidado personal y los artículos de limpieza, hacen mella en su presupuesto.

Su ruta para hacer las compras se divide de acuerdo con cada rubro. Por ejemplo, Aguilera relata que compra los víveres en las cadenas de supermercados al igual que la carne de res; el pollo lo adquiere en un matadero porque le resulta más económico; la charcutería (jamón, quesos) los busca en el mercado de Quinta Crespo; mientras que las frutas y verduras prefiere adquirirlas en el mercado de Coche. Esta ama de casa puede gastar Bs 1.800 cada 15 días solo en alimentos.

Aguilera, en cuyo hogar trabajan su esposo y sus hijos, dice que «los venezolanos hemos cambiado el hábito de consumo, sobre todo porque muchas cosas no se consiguen. Si son importados, hay que caminar más y, por ejemplo, existen marchas de champú y cremas que ya no se consiguen».

Recorte
Casi un tercio de los venezolanas viven en pobreza y por ello sufren más en un economía con recesión e inflación.

Ximena Colmenares, otra ama de casa que reside en San Agustín, asegura que prefiere comprar en los operativos de Mercal o en Pdval porque le resulta más económico, y las compra de reposición suele hacerlas en abastos y supermercados, pero reconoce que deja de comprar algunos alimentos de la dieta. El pescado es el rubro del que ha tenido que prescindir por lo costoso que resulta.

La inflación acumulada en ocho meses de los productos agrícolas fue 53%, y en los productos pesqueros fue 13,5%.

Venezolanos se las ingenian para rendir el presupuesto was last modified: mayo 30th, 2024 by
Salir de la versión móvil