En contraste, la tasa de interés que cobran las tarjetas de crédito, que es el instrumento de acceso al crédito al consumo más utilizado en el país, es de 29% anual, según David Alayón, del Instituto de Finanzas y Empresas.
El alto costo de pedir dinero a un prestamista es que el riesgo de morosidad o de impago es muy grande; por lo que se decide multiplicar la tasa de interés para que funcione como prima de riesgo.
En el año 2007, la firma Keystone en sus estudios de consumo señalaba que 12,5% del presupuesto familiar se dedicaba al pago de compromisos.
Sin embargo, Alayón afirma que la porción ha aumentado hasta 50%, de acuerdo con las encuestas que realiza el instituto. «Esta es una práctica que no es sana para las finanzas domésticas. Lo recomendable es que las deudas no pasen de 30% del total del ingreso familiar. Pero la inflación es tan alta que la tarjeta de crédito -que debería ser un instrumento para gastos extraordinarios- se utiliza a diario para la compra de alimentos y medicinas».
La razón principal por la cual los mecanismos de crédito se emplean como complemento es la tasa inflacionaria de Venezuela que registra 22,6% en los últimos 12 meses, según el Banco Central de Venezuela.
Luis Vicente León explica que las deudas de una familia se financian básicamente con la tarjeta de crédito, que cubre los gastos que no pueden ser atendidos con el ingreso corriente. En segundo lugar está el préstamo para la compra de vehículos y en los últimos tiempos se ha observado un incremento del crédito al consumo (para compra de línea blanca o aparatos electrónicos).
En el informe de mayo de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario se muestra que el crédito al consumo y al comercio subió 5,22% con respecto al mes anterior. En contraste, créditos al sector productivo (que son los que impulsan el crecimiento económico) subieron mucho menos (2,7%) en un mes.
La Sudeban también reporta que la banca privada es la que lleva el mayor peso en el incremento de la cartera de tarjetas de crédito, con un alza de 34,5% en un año para un total de 5,3 millardos de bolívares. Los bancos del Estado sólo han aumentado 9,4% en tarjetas de crédito y acumulan 5,8 millardos de bolívares.
Le siguen los créditos para vehículos, que han aumentado 53% en la cartera para un total de 12,7 millardos de bolívares. En cambio, el sistema financiero público reflejó una contracción y en un año muestra una caída de 14,4% y suma 3,08 millardos de bolívares.
A la opción de los usureros ampliamente utilizados por los sectores más pobres- se ha extendido la modalidad del san o bolsa, agrega León.
Se trata de un aporte semanal que hacen los miembros que acuerdan un aporte fijo. Un sorteo decide qué semana toca cobrar a cada uno. Esta práctica es más una opción para el ahorro obligado, pero funciona bajo convenios sociales y sin contratos firmados. «Está basado en la confianza y a veces tiene un administrador que cobra una comisión por manejar el fondo», dice Alayón.