Por razones desconocidas, el pregonero de la Biblia, Ramón Emilio Emarado Pérez Echenique, natural de Venezuela, arrojó contra el pavimento, en Pamplona, Colombia, el cuerpo sin vida de su hijo de ocho meses de gestación, lo que originó repudio y rechazo entre los diferentes sectores de la sociedad pamplonesa.
De acuerdo con lo establecido, el bebé nació muerto el viernes e inmediatamente fue llevado por su progenitor en una bolsa negra a urgencias del Hospital San Juan de Dios para que le expidieran el acta de defunción.
De ahí el caso fue reportado a las autoridades judiciales y a Medicina Legal, en donde le practicaron los exámenes de rigor.
El sábado le fue entregado a su padre el cuerpo del neonato. Después se dirigió al sitio de los hechos en donde lo sacó de una bolsa de plástico, lo tomó de los pies y empezó a pregonar que “Así iban a quedar todos regados como estiércol” y lo lanzó al duro pavimento.
Inmediatamente la gente empezó a aglomerarse y no entendían el porqué de esta conducta violenta, ya que es un caso que nunca se había visto en este municipio.
La policía llegó inmediatamente; aseguró la zona y procedieron con el levantamiento del pequeño cuerpo.
También evitaron que el sujeto fuera agredido por algunos ciudadanos que estaban furiosos por estas escenas. Muchos lloraban y algunas mujeres se desmayaron.
En escena, Pérez Echenique, en compañía de dos de sus seguidores fueron capturados y dejados a disposición de la autoridad competente; pero poco después salieron en libertad.
El comandante del Primer Distrito dijo que se capturaron tres personas por el delito de irrespeto a cadáver, cuando se encontraban exponiendo el cuerpo del feto a la luz pública y manifestando que de esta manera era como iban a morir todos.
Anunció que se estudiará con el DAS la posible deportación hacia Venezuela del implicado en los hechos.
“Nosotros rechazamos totalmente este acto que no tiene nombre. Creo que no es justo que esto se haga con ninguna persona y mucho menos con un feto, que merece respeto total”, sostuvo.
La versión
Ramón Emilio Emarado Pérez Echenique narró a los medios de comunicación de la ciudad que éste era el segundo hijo que Dios le permitió tener en Pamplona y para ello mostró el acta de defunción y la orden de entrega del cuerpo.
“Cuando recibí el cuerpo, lo que sucedió fue que por mandamiento del Señor conforme lo que está escrito en el libro de Jeremías, capítulo 16:04, dice: de dolorosas enfermedades morirán, no serán plañidos, ni enterrados, serán como estiércol, como en la faz de la tierra. Y el Señor me dijo: tendrá que darle una señal a esta ciudad, ya no de palabras, sino que todos vean lo que acontecerá este mismo año cuando el Señor Jesucristo destruya esta ciudad”, dijo.
Más adelante expresó que Dios les anunció que Pamplona será destruida por una inundación, terremoto, erupción de volcanes y que todos los cuerpos de los moradores quedarán como el del niño, tirado en la calle como estiércol.
Aseguró que es un enviado de Dios y este año morirán en Colombia más de 15 millones de personas.
Rechazo
El Arzobispo de Nueva Pamplona, Luis Madrid Merlano, se mostró indignado con la acción y dijo que esta persona debe tener algún problema mental.
Agregó que es un hecho lamentable y que una persona como ésta debe someterse a un tratamiento especial.
Y se preguntó sobre la situación de la pobre esposa y madre del niño fallecido.
“Esto no tiene sentido y asidero en ninguna parte, teniendo en cuenta que la criatura es también un ser humano”, afirmó.
Por su parte los miembros de la Asociación de Pastores de Pamplona, Jorge Rojas Ramírez (Centro Cristiano), Javier Araque Villalba (Iglesia Pentecostal), Calixto Cuello (Alianza) y Nehemías Gutiérrez (Pentecostal Unidad de Colombia), en un comunicado a la opinión pública, indicaron que Ramón Emilio Emarado Pérez Echenique y quienes lo acompañan, no tienen membresía y ni se congregan en ninguna Iglesia Cristiana Evangélica de la ciudad y la región.
Nada que ver con la Asociación
“Por lo tanto los pastores de Asmepap rechazamos rotundamente sus actos y comportamientos, que sus acciones nada tienen que ver con nuestra Asociación y ética en el servicio eclesiástico que propende por el bien común, enmarcado en los valores y principios bíblicos, morales y en sociedad”, indicaron.
Los Andes-Valera