Si bien las entregas se han agilizado, los montos están siendo los mismos. 2010 fue un año recesivo con una menor demanda de dólares, pero este año el incremento del gasto público por parte del Gobierno ha impulsado la economía hacia una recuperación, que podría perder el ritmo si no se incrementan las aprobaciones para los importadores.
Las cifras del Producto Interno Bruto cantidad de bienes y servicios producidos por un país en un año dadas a conocer por el Banco Central de Venezuela muestran que en la recuperación de 4,5% en promedio de la economía, el sector privado avanzó 4,6%, la manufactura creció 7,6% y la actividad comercial, 10,4%. “Si bien este crecimiento se debe al efecto rebote del primer trimestre del año pasado cuando estábamos en franca recesión el gasto del Gobierno está impulsado la demanda de bienes, pero casi todos lo que se consume en el país es importado y requiere de una mayor oferta de dólares”, asegura el economista José Guerra.
Barroso declaró hace pocos días que de los 11 millardos aprobados en totalidad por Cadivi, 9,7 millardos de dólares han sido destinados “de manera prioritaria al sector de la importación, en especial a la salud, alimentación e industrial, como insumos y maquinaria”.
Este monto también es igual al aprobado en el mismo periodo en 2010, cuando el Gobierno decidió reorientar las adjudicaciones a estos sectores.
Guerra explica que ciertamente la comisión ha agilizado la aprobación de dólares, pero por montos menores. “Para una economía que espera continuar creciendo se necesita que se entreguen más divisas. Como no existe producción local, mantener la senda de crecimiento que busca el Gobierno pasa por aumentar también las importaciones”.
Añade que el Sistema de Transacción en Títulos en Moneda Extrajera no ha logrado cubrir la demanda dejada por la desaparición del mercado de permuta, pues allí sólo se subastan entre 30 y 35 millones de dólares diarios a empresas muy pequeñas.
No obstante, la decisión de aumentar la liquidación de dólares no luce fácil para el Ejecutivo, en vista de la caída de la producción petrolera, que es la vía principal para la obtención de los dólares. Existe además el agravante de que de los 2,3 millones de barriles que se exportan diariamente cálculo de la Agencia Internacional de Energía más de 600.000 barriles están comprometidos para cumplir con los convenios de Petrocaribe y China.
Las emisiones de bonos han sido también una de las vías que ha encontrado el Gobierno para alimentar el sector importador, pero este endeudamiento se ha encarecido notablemente y las últimas dos emisiones (Pdvsa 2017 y República 2022) han resultado onerosas por el cupón (tasa de interés) que debe cancelar el país (12,75%) para atraer a los inversionistas del mercado secundario de títulos, que le temen al alto riesgo país de Venezuela. “Es evidente que el Gobierno tiene un problema de caja grave y se nota en la restricción de divisas al sector importador. El problema es que si no aumenta las liquidaciones, no se incrementarán las importaciones privadas y se comprometerá el crecimiento justo en un año preelectoral”, según reportó el diario El Nacional.