Los cerca de 15 mil botellones de supuesta agua potable que son distribuidos a diario en la localidad, llevan agua no apta para el consumo humano. Según una inspección realizada por especialistas de la Universidad del Zulia, a finales del año pasado, sólo uno de los siete llenaderos que tiene como fuente los manantiales naturales, cumple con los parámetros de higiene, tratamiento y saneamiento exigidos por la ley.
El agua de botellón que se distribuye es nociva para la salud. Este es otro problema de agua en la Costa Oriental del Lago (COL) que se le suma a la sequía y la falta de tratamiento del líquido por tubería.
La situación es crítica. La gente consume agua de los botellones confiando en su potabilización, pero resulta que esta puede resultar más dañina que cualquier otra. En los vertederos, que por sus condiciones parecen improvisados, carecen del sistema de potabilización y esterilización necesario para lograr la pureza requerida en el agua.
María Ortega, es educadora y madre de cuatro niños. Asegura que en su hogar toman a diario agua de botellón por su supuesta pureza, pero al conocer la realidad manifestó su preocupación. “Ya no sabemos que es lo que se toma. Siempre compramos agua de botellón, porque la que sale de los grifos se supone que es menos confiable. Ahora no sé que pensar ni que hacer. Ya nada es seguro”.
Para María, lo más alarmante es el tiempo que esta situación tardará en resolverse, pues no le queda otra opción que seguir consumiendo esta agua. Manifiesta que a la semana su familia consume hasta cinco botellones. “El agua que últimamente sale de la tubería es turbia y de apariencia poca agradable. Si te la tomas seguro al día siguiente nos enfermamos, pero si tomas de la del botellón te estás enfermando poco a poco. Por favor solucionen rápido”.
Agua letal
Son siete plantas embotelladoras ubicadas en la parroquia Arístides Calvani, zona rural de Cabimas. Según Sergio Sánchez, director de Servicios Públicos, todas fueron sometidas a una serie de análisis físicos, químicos y bacteriológicos de los cuales se obtuvieron resultados negativos, lo que significa que el agua de botellón que los Cabimeros consumen es, a largo tiempo, letal para la salud.
“Estamos trabajando en resolver este problema. El agua presenta un desbalance en el PH y bacterias que perjudican la salud de quien las ingiere. Nunca antes alguien se había preocupado por supervisar e inspeccionar el trabajo que las embotelladoras cumplen, pero nosotros sí, y ahora nos percatamos de un grave problema que debe ser resuelto en el menor tiempo posible”.
Según el especialista, el PH del agua debe estar comprendido entre un rango de 5.5 y 9.5 grados, pero en los casos inspeccionados el agua cuenta con un rango menor de dos o tres grados y en ocasiones por encima de hasta 10 y 11 grados. En las aguas también encontraron la extraña presencia de la bacteria denominada coliforme, presente en las heces de animales y humanos. “Desconocemos el porqué de esta situación, pero lo estamos controlando”.
Ultimátum
La notificación fue explícita. Los representantes de las plantas en una reunión con personeros de la Alcaldía de Cabimas firmaron un acta donde se comprometieron a adecuar sus instalaciones. Tienen hasta el 20 de enero para cumplir. “Tendremos la primera inspección este mes. Esperamos que todos cumplan con lo prometido, de lo contrario nos veremos en la obligación de cerrar los expendios, de forma temporal y si es necesario indefinidamente”.
Entre los requerimientos a las plantas están la instalación del medidor de PH (phmetro), el equipo de rayos ultravioleta para mitigar las bacterias existentes en el agua, la automatización del sistema de lavado de botellones y garantizar que los operadores de las plantas cumplan con los requisitos exigidos por la ley, entre ellos los certificados de salud, el curso de manipulación de alimentos, uniforme y equipo de seguridad al momento de manipular el producto. Hasta el momento ninguna cumple con nada.
Primera acción
El pasado 19 de diciembre, seis de las plantas fueron sancionadas con 72 horas de cierre tras una inspección realizada por el Ejecutivo local, donde se percataron de las irregularidades. Ninguna cumplió con los parámetros establecidos en reuniones pasadas con los representantes de la Alcaldía de Cabimas.
Los riesgos con el PH
“El agua debe ingerirse con un PH 7 o superior. Inferior es un ácido. El cuerpo tolera y hay estudios que indican que un PH ligeramente superior a 7 es aceptable, pues muchas enfermedades se originan por la excesiva acidez de la sangre”, según lo comentó la doctora Disleidys Zambrano.
Agregó que ingerir agua con un PH muy bajo (ácido) podría causar úlceras gástricas u otros tipos de daños al estómago u otros órganos. “Morir con una ingestión de un ácido es una de las muertes más dolorosas que existen. Una chica que ingirió ácido porque su novio la dejó, sufrió mucho antes de ser intervenida quirúrgicamente para finalmente morir después de muchos esfuerzos por salvarle la vida”.
Preocupante
En Cabimas siete de cada 10 familias consumen agua de botellón. El precio de este servicio según lo estipulado por decreto municipal es de cinco bolívares. En expendios informales puede valer hasta siete bolívares. La Alcaldía tiene programado varias inspecciones para evitar la sobreinflación del agua potable en botellón.