El Centro de Operaciones para la Mitigación de las Inundaciones indicó también que la mayor parte de los canales que serpentean por la capital registraban sus máximos niveles, aunque había aminorado el flujo de agua que llega desde las 28 provincias de la meseta central que continúan anegadas parcialmente.
El gobernador de Bangkok, Sukhumbhand Paribatra, señaló que era improbable que la totalidad de la capital se inunde y precisó que el mayor riesgo recae sobre siete del total de cincuenta distritos en los que está dividida la metrópoli.
Aunque el centro de Bangkok, ciudad con unos 12 millones de habitantes, ha escapado hasta ahora de las inundaciones, no está ocurriendo lo mismo con sus distritos del oeste y norte.
El jefe de operaciones de la Policía, general Pracha Prommok, informó de que se había ordenado evacuar a unos 30.000 residentes de varios barrios adyacentes al aeropuerto de Don Muang, empleado por la aerolíneas tailandesas de bajo coste y situado a unos veinte kilómetros al norte de la capital.
Por su parte, la Autoridad de Aeropuertos de Tailandia anunció en un comunicado la interrupción temporal de las operaciones en Don Muang debido a que el agua había penetrado en las terminales, anegado las pistas y dañado el sistema de iluminación de estas.
Al menos dos de las compañías aéreas afectadas por el cierre de Don Muang indicaron que trasladaban sus servicios al aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, a unos 35 kilómetros al este de la capital y que funciona con normalidad.
El principal objetivo de las autoridades tailandesas es intentar evitar que Bangkok, que aporta a la economía el 41 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), acabe anegada como ha ocurrido con las provincias de la meseta central.
En anticipación a un eventual aumento de la superficie inundada y las dificultades de movimiento que ello acarreará para la población, el Ejecutivo ha declarado festivos los próximos días 27, 28, 29 y 31 del actual mes.
El número de personas damnificadas por las inundaciones, las peores ocurridas en Tailandia en el último medio siglo, asciende a 2,5 millones, incluidas 113.000 que han abandonado sus hogares, y afectan a más de nueve millones de habitantes.
Las inundaciones comenzaron a finales del pasado julio tras el desbordamiento de ríos y pantanos con el inicio de las copiosas lluvias del monzón.