Al menos 232 mineros han muerto en el accidente que se produjo el martes en el oeste de Turquía, según anunció el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, a su llegada al lugar de la tragedia.
Aún quedan alrededor de dos centenares de obreros atrapados en el interior de la mina de carbón, en la que ayer se produjo un incendio, y varios sindicalistas han señalado que la probabilidad de encontrar supervivientes es casi nula.
Los medios de comunicación turcos estiman que aún quedan alrededor de 200 mineros atrapados en las galerías, a centenares de metros de profundidad.
“La esperanza de encontrar sobrevivientes en la mina se desvanece, pero vamos a continuar hasta el final“, dijo el miércoles en Soma, distrito de Manisa, el ministro de Energía y Recursos Naturales, Taner Yildiz.
“El incendio continúa en la mina”, lo que dificulta las tareas de rescate, agregó.
Seis mineros salieron vivos en la mañana del miércoles, informó la prensa sin indicar cuál era su estado de salud.
Poco antes, Yildiz había dicho que 363 mineros habían podido ser salvados después del drama.
En total, 787 trabajadores se encontraban en la mina en el momento de la explosión, que se produjo el martes en torno a las 12H30 GMT y fue al parecer causada por una falla eléctrica en un transformador.
“Estamos entrando en una fase crítica. A medida que el tiempo pasa, nos dirigimos muy rápidamente hacia un desenlace desfavorable”, advirtió Yildiz, que dio parte de 80 heridos entre los rescatados, cuatro de ellos graves.
Muchos de los mineros lograron escapar, pero otros quedaron atrapados en una zona aislada,
“El balance de muertos, que ya es muy alto, se está acercando a un nivel muy inquietante. Si ha habido alguna negligencia, no vamos a hacer la vista gorda. Haremos todo lo necesario, incluyendo medidas administrativas y legales”, agregó Yildiz.
Durante la noche, cientos de socorristas fueron sacando poco a poco a los heridos, muchos de ellos aquejados de problemas respiratorios.
A su alrededor, cientos de colegas y familiares esperaban angustiados noticias de sus allegados.
Testimonios
“Estoy esperando noticias de mi hijo desde el comienzo de la tarde”, declaró a la AFP una mujer de unos 50 años, Sena Isbiler. “No tengo ninguna información y sigue sin salir”.
“Cuatro equipos de socorro están trabajando actualmente en la mina. El problema es el fuego, pero hemos enviado oxígeno a las galerías que no resultaron afectadas”, dijo a la prensa el ministro de Energía.
El ministerio turco de Trabajo y Seguridad Social indicó que la mina fue inspeccionada por última vez el 17 de marzo pasado y respetaba las normas en vigor.
“No hay ninguna seguridad en esta mina. Los sindicatos no son más que marionetas y la dirección sólo piensa en el dinero“, dijo sin embargo uno de los mineros, Oktay Berrin.
“Hay gente que está muriendo ahí dentro, heridos, y todo eso por una cuestión de dinero”, añadió muy enfadado, a su lado, uno de sus colegas, Turgut Sidal.
Vedat Didari, especialista de la industria minera, explicó que el principal riesgo es la falta de oxígeno.
“Si los ventiladores no funcionan, los mineros pueden morir en una hora”, dijo Didari, de la Universidad Bulent Ecevit de Zonguldak.
El accidente de Soma es una de la peores tragedias industriales de la historia de Turquía.
Las explosiones en las minas de carbón son comunes en Turquía, principalmente en el sector privado, en donde, a menudo, no se respetan las reglas de seguridad.
El distrito de Soma, que tiene alrededor de 100.000 habitantes, es uno de los principales centros de extracción de lignito (carbón fósil), la principal actividad de la región.