“No será un tratamiento milagroso, ni revolucionario como lo fueron otras vacunas en su área, pero sí será un valioso instrumento para ayudar a familias y pacientes que están verdaderamente motivados para dejar el vicio”, declaró a BBC Mundo Alessandro Pirona, experto en tratamiento de las adicciones del OEDT.
Como cualquier otra, la vacuna contra la cocaína tiene el objetivo de aumentar los anticuerpos para inactivar los efectos de agentes invasores.
En este caso, se induce a la formación de anticuerpos que se unan a las moléculas de cocaína presentes en la sangre, con lo cual se permite que las enzimas naturalmente presentes en el organismo la conviertan en una molécula inactiva.
En otras palabras, no importará la cantidad de cocaína que se suministre, el paciente no sentirá ningún efecto.
Pero a diferencia de vacunas como la de la polio, no se necesitará sólo una dosis para alcanzar la inmunidad de por vida, sino de un largo tratamiento que puede llevar entre seis y ocho semanas para lograr una inmunidad temporal.
No es para todos
Los esfuerzos por encontrar una vacuna contra la cocaína no son recientes, se remontan a la década de los 90.
Sin embargo, hasta ahora los estudios eran realizados únicamente en animales.
El primer ensayo lo realizaron investigadores del Departamento de Medicina de la Universidad de Yale y el Colegio Baylor, en Estados Unidos, y contó con la participación de 115 personas que se encontraban bajo el tratamiento de sustitución con opiáceos.
El resultado fue que los pacientes que alcanzaron un nivel suficiente de anticuerpos se abstenían del consumo de cocaína.
No obstante, sólo el 38% de los consumidores logró un nivel de inmunidad suficiente como para desactivar las moléculas de la cocaína durante dos meses. Otro estudio realizado posteriormente en diez consumidores habituales de la droga arrojó resultados similares.
“Las pruebas científicas disponibles hasta el momento nos dicen que no todas las personas reaccionan por igual a la vacuna y que se requieren tratamientos adicionales durante las ocho semanas que dura la intervención para evitar que el paciente abandone el tratamiento o consuma tanta droga como pueda para contraatacar los efectos de la vacuna”, sostiene Pirona.
“Lo positivo es que sí es posible ayudar a cuatro de cada diez pacientes”.
Buscando la pócima
A la fecha, se han evaluado más de 50 medicamentos distintos para tratar la adicción a la cocaína y se han realizado 100 ensayos clínicos.
Sin embargo, ninguno de ellos ha sido aprobado todavía por la Agencia Europa de Medicamentos o la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Ante la falta de una farmacoterapia eficaz, en Europa los pacientes por consumo de cocaína son tratados principalmente en centros especializados y de régimen ambulatorio, donde se ofrece apoyo psicosocial en forma de asesoramiento y terapias.
Aunque hay excepciones, aún cuando las pruebas son limitadas sobre su eficacia, Francia intenta aliviar los síntomas de dependencia de la cocaína prescribiendo medicamentos como el metilfenidato, el modafinilo o el topiramato, con el objetivo de reducir la ansiedad.
Otra práctica que comienza a ser mencionada entre la comunidad científica es el tratamiento con acupuntura auricular.
De acuerdo con el último informe del OEDT, al menos un millón de personas recibe cada año algún tratamiento por problemas de drogas en la UE, siendo la heroína la mayor causa de morbilidad y mortalidad entre los consumidores.