Uso de lentes de contacto cosméticos sin control puede generar daños graves para la visión

    Así, indica que sin la supervisión y las instrucciones proporcionadas por un profesional, las personas que utilicen este tipo de lentes de contacto pueden sufrir una infección, conjuntivitis, inflamación, reacción alérgica y abrasión de la cornea derivada de una mala adaptación de las lentes de contacto. Problemas que pueden derivar en reducción de la agudeza visual, sensibilidad al contraste y otras discapacidades visuales y oculares.

Por ello, destaca la importancia de educar a los pacientes en cuanto a la limpieza y desinfección y a la correcta colocación y aplicaciones de las lentes de contacto. “Estas lentes no correctoras, diseñadas únicamente para modificar la apariencia de los ojos, resultan fácilmente asequibles en lugares no autorizados, en especial a través de Internet, en bazares, centros de belleza y otros establecimientos en donde no existe ningún tipo de control y seguridad”, indica.

No obstante, apunta que las lentes de contacto cosméticas deben “cumplir los mismos requisitos y parámetros” que las lentes correctoras, por lo que “obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista en un establecimiento sanitario de óptica”.

“Sólo un óptico-optometrista puede evaluar si un paciente es apto para la utilización de lentes de contacto, adaptar las lentes de manera correcta y determinar si el paciente puede llevarlas sin problemas”, indica. Además, el COOCV recuerda que aunque se lleven durante periodos cortos de tiempo, deben seguirse las mismas recomendaciones con las lentes de contacto cosméticas que con las lentes de contacto correctoras.

Recomendaciones

Así, para el correcto uso de las lentes correctoras y cosméticas recomienda acudir a un óptico-optometrista para una prescripción y adaptación adecuadas; lavarse siempre las manos antes de manipular las lentes de contacto; limpiarse las lentes de contacto de manera cuidadosa y con regularidad, tal y como le ha indicado su óptico-optometrista y frontarse las lentes de contacto con los dedos y aclárelas concienzudamente antes de sumergirlas en la solución durante la noche.

Además, hay que guardar las lentes en un portalentes apropiado y reemplácelo como mínimo cada tres meses, limpiar el portalentes después de cada uso y manténgalo abierto y seco entre lavados, no intercambiar las lentes de contacto con otras personas, por el alto riesgo de contagio de infecciones oculares.

Del mismo modo, hay que utilizar sólo los productos recomendados por su óptico-optometrista para limpiar y desinfectar las lentes y recuerda que la solución salina y las gotas humectantes no están diseñadas para desinfectar las lentes.

Por último, informa de que sólo la solución fresca se debe usar para limpiar y almacenar lentes de contacto, nunca reutilice la solución y la solución de lentes de contacto debe cambiarse de acuerdo con las recomendaciones del fabricante, incluso si las lentes no se utilizan diariamente, así como seguir siempre los parámetros de reemplazo de las lentes de contacto prescritos por su óptico-optometrista.