Uruguay a la semifinal ante Holanda

   Con el arquero Fernando Muslera como héroe, Uruguay reeditó las glorias del pasado al vencer este viernes a Ghana por 5-3 en los penales y avanzar a semifinales de Sudáfrica 2010, destruyendo así el sueño del continente africano de colocar por primera vez una selección entre las cuatro mejores de un Mundial.

Tras el empate 1-1 en el tiempo reglamentario, Asamoah Gyan erró un penal en el último minuto de la prórroga, obligando a la definición desde los 12 pasos. Entonces emergió la figura del portero de la Lazio, que contuvo dos penales -a John Mensah y a Dominic Adiyiah- y mandó a Uruguay a la semifinal del martes ante Holanda.

Para Uruguay convirtieron Diego Forlán, Mauricio Victorino, Andrés Scotti y, el decisivo, Sebastián Abreu, mientras que para Ghana lo hicieron Gyan y Stephen Appiah. Maximiliano Pereira marró su remate.

Durante los 90 reglamentarios, Sulley Muntari abrió el marcador para los africanos a los 47 minutos y Diego Forlán igualó a los 55′ para el 1-1.

La “celeste”, campeona mundial en 1930 y 1950, no se metía en semis de un Mundial desde México 70 y el martes, de la mano del “Maestro” Oscar Tabárez, buscará ante Holanda en Ciudad del Cabo llegar a una final que ni siquiera los uruguayos más fanáticos se hubieran animado a soñar un mes atrás.

Ghana, en tanto, se quedó a las puertas de hacer historia: al igual que Camerún (1990) y Senegal (2002) no logró franquear la ronda de cuartos de final de un Mundial. Y eso pese a que hoy fue claramente local en el estadio y contó además con el apoyo “espiritual” de 900 millones de africanos.

Los 84.000 espectadores -la mayoría de los cuales apoyó ruidosamente al “local” Ghana con sus vuvuzelas-, presenciaron un partido intenso, de poco vuelo futbolístico, pero de ida y vuelta, y de desenlace finalmente dramático, en el que el árbitro portugués Olegario Benquerenca cumplió un correcto desempeño.

Uruguay copó de entrada el mediocampo y tuvo unas cuantas aproximaciones serias en la primera media hora de juego. Las más claras fueron bien resueltas por el arquero Richard Kingson: primero despejó un balón que tras un córner se había desviado en Mensah y luego voló magníficamente para sacar por encima del larguero un fortísimo derechazo de Luis Suárez.

En cambio, su contraparte uruguaya, Muslera, era hasta entonces espectador privilegiado de un partido que se disputaba casi exclusivamente según el dictado de los “charrúas”, que presionaban arriba esperando un error de la última línea africana.

Pero en un par de minutos todo cambió: Kevin-Prince Boateng tomó la batuta y comenzó a imprimirle velocidad a la contra de su equipo. Isaac Vorsah cabeceó un córner apenas afuera y al goleador Asamoah Gyan le faltó una puntada de precisión tras una asistencia del volante del Portsmouth.

 La cosa no pintaba bien para el conjunto del “Maestro” Tabárez porque Ghana le imprimía potencia a su juego y además perdió a su capitán y referencia en el área propia, Diego Lugano, por una lesión en la rodilla derecha, a los 38′.

En ese último cuarto de hora de la etapa inicial todo fue de Ghana, pero parecía que el gol le sería esquivo. Sin embargo, en el segundo minuto de descuento, Muntari, el hombre que se había quejado por no ser titular en el Mundial y que hoy entró desde el arranque de manera fortuita por la suspensión de Andre Ayew, rompió el cero.

Mensah cedió para Gyan, quien hizo de pivote y descargó para el volante del Inter. Muntari no encontró con la mirada ningún compañero libre y optó por el disparo al arco. Su zurdazo desde 35 metros agarró a Muslera caminando y lento de reflejos y se metió junto al palo. Restaba por ver si Uruguay sería capaz de recuperarse tras el intervalo del mazazo del 1-0. Tabárez reaccionó sacando a un Álvaro Fernández que fue languideciendo con el correr de los minutos y puso en su lugar a Nicolás Lodeiro. Ghana salió a buscar el segundo, pero en una contra de cuatro contra dos Boateng eligió mal y perdonó el 2-0. 

 Error, cuando de Uruguay se trata: John Pantsil fue fuerte sobre Jorge Fucile y se ganó la amarilla. El tiro libre desde el costado izquierdo del ataque uruguayo fue cobrado por Forlán. El jugador del Atlético de Madrid sacó un derechazo soberbio que se metió en el segundo palo de Kingson y silenció al Soccer City. 

 Iban 55 minutos y desde entonces hasta el final de los 90 el partido se hizo de ida y vuelta. Muslera se lo sacó a Gyan, Suárez tiró una volea apenas desviada desde muy cerca y nuevamente el atacante del Ajax estuvo a punto de sacar ventaja, pero Kingson se interpuso entre él y el gol.

Y finalmente se impuso la necesidad de una prórroga, que estuvo a punto de volcar a su favor Ghana con un penal en el último minuto, tras una mano de Suárez sobre la línea del arco para evitar un gol de cabeza de Dominic Adiyiah. Pero Gyan le pegó muy abajo y estrelló el balón en el travesaño.

 Entonces llegaron los penales, malditos para unos, benditos para otros, como siempre. Y Muslera se vistió de héroe, se unió en el olimpo a José Nazazi, Obdulio Varela y tantos otros que vistieron la camiseta celeste, y metió al viejo Uruguay de nuevo en la elite del fútbol mundial.