No sé cuál es la intención del Gobierno en esa aproximación de las relaciones exteriores” con Venezuela, expresó Uribe en una entrevista por skype con el portal confidencialcolombia.com. Uribe (2002-2010) consideró que un análisis de las actitudes de Santos frente a Venezuela le deja la impresión de que el Ejecutivo de su país ha asumido “un lenguaje sumamente complaciente” con Chávez, de quien él es un fuerte crítico y con quien apenas mantuvo nexos cuando coincidieron en el poder. “Le queda a uno la impresión de que es una política contemporizadora con una dictadura que se viene consolidando en Venezuela y una política que ignora unos hechos”, agregó el expresidente colombiano. Uribe aludió a algunas de las razones que abrieron las puertas a crisis binacionales, como la supuesta presencia de guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en suelo venezolano. La última de ellas se desató a mediados de 2009, con denuncias sobre el particular ante la OEA, lo que llevó a Chávez a dejar en suspenso las relaciones bilaterales, que solo se retomaron a los pocos días de la investidura de Santos, con una cumbre en Santa Marta el 10 de agosto de 2010. “Yo llego a regiones de frontera, hablo con ciudadanos que votaron por el presidente Santos, que son amigos, que quieren que al presidente Santos le vaya exitosamente, e inmediatamente aparece la crítica sobre el deterioro de la seguridad y el refugio de la guerrilla en Venezuela”, sostuvo Uribe. El exgobernante colombiano aseguró que él hizo “un gran esfuerzo durante muchos años para tener un diálogo constructivo con el presidente Chávez, esfuerzo que fue estéril“. Pero dijo que también cumplió con “el deber constitucional de buscar la protección de la vida y de la seguridad de los ciudadanos de Colombia, aun contra terroristas que estaban refugiados en el extranjero”. En este contexto, recordó que algunas de las crisis binacionales tuvieron como origen la captura en Venezuela de Rodrigo Granda, rebelde de las FARC conocido con el alias de el “Canciller”, por agentes colombianos infiltrados, según Caracas, y la firma de un fracasado acuerdo militar con Estados Unidos. Uribe consideró que uno de los problemas de la política internacional de su país es que se “ha cesado en la exigencia de que en América Latina y el Caribe se declare a los grupos terroristas de Colombia como se les debe declarar: terroristas”. “Están declarados como tales, como terroristas, en Europa, en Canadá, en los Estados Unidos, y en el continente más próximo seguimos teniendo dificultades”, se lamentó luego. Asimismo, defendió que la protección de los ciudadanos frente a estas organizaciones debe estar por encima de los intereses comerciales. En aras de ellos se sacrifican las libertades políticas, el Estado de Derecho y la seguridad de los ciudadanos, y al fin “termina perdiendo la democracia, (y) por supuesto el comercio”, apuntó Uribe. Hace solo cuatro días, al dar posesión al nuevo representante de Bogotá en Caracas, el empresario Carlos Cure, Santos afirmó que para su Gobierno la relación con Venezuela “tiene una tremenda importancia estratégica”.