El cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia y la expulsión masiva de colombianos por el gobierno de Nicolás Maduro ponen en riesgo la situación humanitaria y la estabilidad en la región, aseguró este domingo la Unión Europea.
«Se debe evitar una escalada (en el conflicto) y es necesario encontrar soluciones que respeten plenamente los derechos humanos y garanticen el bienestar de la población», declaró el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), el órgano diplomático de la UE, en un comunicado.
La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos ordenados por Maduro tras un ataque a militares venezolanos, ocurrido días atrás en medio de una operación anticontrabando en el fronterizo estado venezolano de Táchira y que el mandatario atribuyó a «paramilitares colombianos».
La crisis aumentó con el estado de excepción decretado por el presidente venezolano el 21 de agosto y se profundizó aún más el jueves, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones de derechos humanos de los damnificados.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera en la que ambos denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos muy subsidiados por el gobierno venezolano.
La crisis diplomática se tratará el lunes en el consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el próximo jueves en una reunión extraordinaria de los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito.