El proyecto de ley adelantado por el presidente de Rusia Vladimir Putin despenaliza la violencia contra la pareja o los hijos si no les causa heridas graves. Las cuatro autoras de la iniciativa declaran sin rubor apostar por la familia. Como dice Olga Batalina, de Rusia Unida:»Si la agresión se produce durante una pelea en la que las personas no han querido hacerse mucho daño, se acepta el castigo administrativo».
El proyecto de ley, aseguran sus impulsores, protegerá el derecho de los padres a imponer disciplina en el hogar. Para ello, la norma solo castigará al agresor cuando las palizas se repitan durante un año, pero la víctima tendrá que demostrarlo porque la justicia rusa no actuará de oficio en los casos de violencia doméstica. El resto de las agresiones solo conllevarán multas.
Los activistas por los derechos de la mujer, como Alyona Popova, piensan que «los agresores pueden repetir las palizas y esto acorrala a las mujeres, y digo mujeres porque no hay víctimas entre los hombres».
Pero a pesar de que en Rusia una mujer muere cada cuarenta minutos a manos de su pareja, la Duma ha aprobado el proyecto por una aplastante mayoría. El proyecto también cuenta con el apoyo de la iglesia ortodoxa rusa.
Ante las numerosas críticas llegadas desde fuera y dentro del país, las autoridades han prohibido las manifestaciones en Moscú. No quieren que se repita el éxito de las marchas de mujeres contra Donald Trump en Estados Unidos.