Los Black Eyed Peas, que darán un concierto en el entretiempo la gran final del próximo domingo entre los Steelers de Pittsburgh y los Packers de Green Bay, encabezan la lista de figuras de la fiesta que Sports Illustrated dará el sábado, junto al DJ francés David Guetta.
Un salón con tragos de alta calidad y una anfitriona para una docena de personas pueden ser aprovechados por 80 mil dólares, aunque si uno quiere una mesa para 10 con champaña y botellas de primer nivel, debe pagar apenas 35.000.
Un boleto de entrada directa (o invitación “VIP”) para el evento cuesta 1.500 dólares, el mismo costo que una noche con Prince, el cantante pop de la década del 80. Prince será anfitrión de una “velada con todo incluido con música, arte, comida, espíritus y más” en una carpa “íntima”, cuya recaudación estará destinada a una fundación de caridad.
Una “mesa principal” para 10 personas costará 25.000 dólares, mientras que una “mesa VIP” para seis estará tasada en 12.000 El rapero local Diddy, frecuente celebridad en la semana previa al Super Bowl, será uno de los invitados a un número de eventos y tendrá su propia fiesta, denominada “Fantasía” y cuya entrada alcanzará los 750 dólares.
En toda la ciudad, salones, bares y clubes nocturnos están buscando grandes nombres e incrementando sus precios en la semana del gran evento de la NFL, con modelos como la elección más popular para actuar como anfitrionas.
El partido en sí mismo tampoco es barato. La entrada de menor precio el domingo en Stub Hub, un servicio de compra de boletos en Internet, costaba 2.194 dólares. También existe la opción de ver el encuentro en una pantalla gigante en la Party Plaza por 340 dólares.
Medios locales reportaron esta semana que los complejos de estacionamiento para vehículos cerca del estadio eran ofrecidos por 990 dólares —el costo oficial del espacio que tiene el recinto es de 110 dólares—, mientras que otros lugares ubicados a unos 1,6 kilómetros cuestan alrededor de 50 dólares.