La blanca cabeza de 12 metros de altura, construida en resina y polvo de mármol, ha sido bautizada “Olhar em meus sonhos” (Mirar en mis sueños) y podrá verse en una de las más conocidas vistas de Rio de Janeiro hasta mediados de noviembre.
“La niña, que se llama Awilda, está con los ojos cerrados. Es un homenaje a la gente de Rio, que tiene un diálogo con la naturaleza maravilloso pero le falta arte en el espacio público”, dijo a la AFP Plensa, cuyo objetivo es “hacer soñar a la gente”.
El artista, nacido en 1955 y residente de Barcelona, es conocido por sus gigantescas cabezas instaladas en lugares públicos como las obras Dream (2009) en el pueblo minero de St. Helens, Inglaterra, y Echo (2011), en el Madison Square Park de Nueva York.