Familiares de los pacientes deben buscar en otros países la medicina o esperar por las sesiones de plasmaféresis en los centros asistenciales. Quimbiotec, la única empresa venezolana que produce el fármaco, está paralizada desde hace cinco meses
Pacientes con síntomas deben dirigirse a los centros asistenciales.(Foto: Archivo)
Los familiares de quienes tienen complicaciones neurológicas en el Hospital Universitario de Maracaibo también padecen. Sandra Martínez, esposa de Juan Castellanos, paciente del HUM, relató la angustia que vive. «Me pidieron 24 mil bolívares por una dosis de inmunoglobulina humana, me la iban a traer desde Colombia». No pudo comprar el fármaco por su elevado costo.
Comentó que en medio de su desesperación recurrió a familiares que tiene en el hermano país, quienes hallaron el medicamento. «No sabemos cuánto de ese medicamento iba a necesitar, era muy caro. No podíamos pagarlo, así que tuvimos que esperar el tratamiento de plasmaféresis para el cual nos pidieron un catéter que nos costó 30 mil bolívares”. Añadió que se mantienen a la espera de recibir la segunda opción de tratamiento.
Carmen Yánez, hematóloga del Banco Municipal de Sangre del Distrito Capital, explicó que la plasmaféresis separa el plasma del resto de los componentes sanguíneos, «se quita el plasma, reponemos el volúmen el plasma con solución de albúmina con ellos barren los anticuerpos de síndrome neurológico y se retornan al paciente el resto».
Agregó que el número de sesiones depende de la severidad del cuadro clínico al momento de las sesiones y cuán pronto se inicie. “Por lo general entre cinco y 10 procedimientos, uno diario dependiendo de la tolerancia del paciente”.
Sandra Martínez, familiar de un paciente, comentó que desde el jueves de la semana pasada su familia gasta a diario miles de bolívares en insumos para el tratamiento de su esposo. El dinero que necesita es tanto que hacen potazos en el sector 18 de octubre donde residen. “Recogemos dinero desde las 7.00 de la noche y dejamos los pote en panaderías para que se vayan llenando. Todos los días necesitan cosas nuevas”.
Sin fábrica
En el país no hay producción nacional de inmunoglobulina para los casos de complicaciones neuronales presuntamente ocasionadas por el virus zika. Los centros asistenciales que cuentan con los equipos para el tratamiento de plasmaféresis no pueden cumplir con todos los tratamientos por la alta demanda.
Una de laz raíces de la escasez de este medicamento es la paralización de Quimbiotec, complejo tecnológico farmacéutico del Estado venezolano. El único elaborador y comercializador de hemoderivados en el país. Sus productos banderas son la inmunoglobulina humana, el factor VIII y la albúmina humana.
Sus trabajadores protestaron en agosto por la falta de materia prima para la producción de los productos y el retraso en las remodelaciones de compañía quienes hasta la fecha no tienen fecha de reincorporación. Nixon Berríos, vocero del sindicato de la empresa, aseveró que la empresa cubre el 80 por ciento de la demanda nacional.
Apuntó que hasta noviembre hubo inmunoglobulina de contingencia, a la fecha está “completamente agotada” junto con el factor VIII indicado para pacientes hemofílicos. Así como actualmente se trabaja con tres mil viales (frascos) de albúmina de contingencia. “Antes se producían dos lotes de dos mil viales de inmunoglobulina a la semana, de acuerdo con las demanda y las presentaciones bien sea de 50 ml, 100 ml o 200 ml”.
Las opciones
Digna Parra, neurólogo, detalló que cuando el paciente tiene la sintomatología se indica el tratamiento, recibe el diagnóstico clínico de polineuropatia aguda o presunto Guillan-Barré y se le indica uno de los dos tratamientos que son de igual forma efectivo:
*Inmunoglobulina: contrarresta la respuesta del sistema inmune ante los anticuerpos que debilitan a los nervios. Lo recomendado son de 400 miligramos por kilo de peso del paciente, las dosis son diarias por cinco días vía intravenosa.
*La plasmaféresis: es un procedimiento que limpia la sangre: mediante el proceso separa la sangre en sus dos compuestos y la máquina elimina los anticuerpos del torrente sanguíneo que generan reacciones al virus.
Haydeé Torres, presidenta de la cámara de farmacéuticos del Zulia: “Hasta el año pasado algunos hospitales contaban con la inmunoglobulina. Aunque desde siempre ha sido un medicamento difícil de conseguir”.
Freddy Ceballos, presidente de la cámara de farmacéuticos de Venezuela: “La paralización de Quimbiotec es la principal causa de la crisis en Venezuela”.