El mercado automotor sigue desplomado, hundido. En 10 años la venta de vehículos nuevos en el sector privado cayó 99,3%, el peor desempeño se ubica en 2016 cuando los concesionarios solo alcanzaron a negociar 3.008 unidades; mientras que en 2007 reportaron 491.899, publica Panorama.
Según datos de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) no se esperan grandes cambios ni mejoras en la producción nacional, la caída anual de 2016 fue de 82,89%, con respecto al cierre de 2015 cuando se vendieron 17.585 de las marcas Ford, Toyota, Chrysler, Iveco, MMC, y General Motors.
El descenso comenzó fuertemente en 2013 cuando Cavenez informó de una venta anual de 98. 878 carros nuevos, en 2014 bajó a 23. 707 y en 2015 pasó a 17. 585, siendo el peor año 2016 con 3.008 unidades.
También se redujo de modo considerable la producción de vehículos, la cual pasó de 18.300 unidades durante 2015 a apenas 2.849 en 2016, lo que representaría una caída anual de 84,43%.
Se estima un promedio mensual de producción de 237 vehículos durante el año pasado. Y las empresas que produjeron en 2016 fueron: FCA de Venezuela, Ford Motors, General Motors, Iveco, Mack, MMC Automotriz y Toyota.
Para reactivar este mercado, el Gobierno en 2015 acordó, al menos con Ford Motor de Venezuela, vender carros nuevos a precios fijados en dólares, como una alternativa para reactivar sus operaciones paralizadas por falta de insumos, marcando esto un precedente dentro de este sector.
Sin embargo, aún con esta modalidad las ventas en los concesionarios siguen bajas, “son pocos los que pueden adquirir vehículos nuevos, mucho menos en dólares”, acota el economista Luis Vicente León.
“El mercado automotor está colapsado, desesperado totalmente. El proceso es muy concreto, no hay asignación de divisas para la importación de autopartes y aún cuando algunas empresas de han logrado acuerdos con el Gobierno, no es suficiente, se les ha permitido vender en dólares, pero la demanda sigue siendo pequeña”.
“Es muy probable que este sector esté condenado, pudiera sobrevivir con importación de vehículos para atender la demanda reducida que tiene, seguirá siendo un sueño para los venezolanos adquirir un carro nuevo, al menos para los próximos tres años si se toman correctivos”, agregó.
Como recomendación, León expone que el Gobierno debe “desmontar el control cambiario para restablecer la economía”. “Es muy poco probable que este año los automotrices no reciban dólares subsidiados, así que los precios de carros nuevos seguirán altos ”.
Debido a la creciente demanda con respecto a los vehículos importados por el Gobierno y su plan Venezuela productiva, los modelos de la fabricante China Chery son los favoritos de los venezolanos por su diseño y costo, pero adquirirlos es una odisea.
El ciudadano debe registrarse en la página de Venezuela Productiva y esperar a que sea contactado por el Gobierno, pero la suerte le toca a pocos, la espera y los listados son largos.
Los llamados Orinoco y Arauca forman parte de esta flota de automóviles y su precio se ubica en un promedio de 3 millones 500 mil de bolívares, mientras que las mafias la revenden hasta en 20 millones de bolívares.
A finales de 2016, José Luis Hernández, presidente de Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa), durante el foro Perspectivas Económicas 2017, advirtió que “la desaparición del mercado automotor es uno de los riesgos que se corren en el país de no corregir las políticas económicas”.
“Se están produciendo autopartes por debajo de la capacidad instalada para atender 3 mercados actualmente mermados: las ensambladoras que demandan 5% de su producción; el parque automotor conformado por 4,2 millones de vehículos, al que les proveen 50% de los repuestos por caída del poder de compra de los clientes, y el mercado de exportación”, alegó.
En 2013, la Asamblea Nacional (AN) aprobó en segunda discusión una Ley para regularizar la venta de carros nuevos y usados. Pero sólo alcanzó a controlar la publicación de precios en las páginas webs, en la que se llegaron a observar vehículos usados, dos o tres veces más el precio de los nuevos, y los vehículos que el Gobierno traía con los dólares preferenciales se mostraban hasta al triple del costo real.
Aún en las redes sociales circulan precios de vehículos en dólares, tantos nuevos como usados; producto de la caída de la producción automotriz. Mientras que las vitrinas de los concesionarios lucen vacías.