El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, situó el hipocentro a 559 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino.
El mismo servicio situó la sacudida a 361 kilómetros al este de Suva, la capital de Fiyi, y a 451 al noroeste de Nuku’alofa, la de Tonga.
El Servicio de Alertas por Tsunami del Pacífico indicó que no esperaba que el seísmo provocara una ola destructiva y no emitió ninguna alerta.
Un portavoz del servicio geológico GNS de Nueva Zelanda dijo a Radio New Zealand que la profundidad del terremoto mitigó la sacudida en la superficie y el riesgo de tsunami.
Una vecina de Nuku’alofa indicó a la misma emisora que el terremoto duró entre 20 y 30 segundos pero que este solo causó pequeños daños sin importancia y que la normalidad volvió enseguida a la capital tongana.
El seísmo fue seguido por varias réplicas, incluida una de magnitud 6,8 cuyo hipocentro fue localizado por USGS a 422 kilómetros de profundidad y a 397 al sur de Suva, y otra de 6,3 a 561 kilómetros de profundidad y a 377 al este de la capital fiyiana.
Esta región del Pacífico sufre habitualmente terremotos de magnitud superior a los cinco grados.
La conocida como Cuenca Norte de Lau, situada entre Fiyi, Samoa y Tonga, en el Pacífico Sur, cuenta con decenas de volcanes submarinos activos localizados a entre 1.000 y 1.500 metros de profundidad bajo las aguas.