“Un rayo los pulverizó justo delante de mí”: Piloto que presenció el accidente de la avioneta en Los Roques

     “Los vi desaparecer delante de mí, tragados por un cúmulo de nubes. Un rayo pudo ser lo que sucedió “. Este es el dramático testimonio de Enrique Rada, piloto venezolano que se fue con su Cessna 402 exactamente un minuto después de que el pequeño avión en el que viajaban Vittorio Missoni y su grupo.
Él lo dijo, en estado de shock, sus amigos pilotos, los que cubren la ruta Maiquetía-Los Roques lo hacen todos los días, son diestros y conocedores. Entre ellos se encontraba un italiano, el único que operan en el archipiélago paradisíaco venezolano, en una pequeña empresa de taxi aéreo, el Air Chapi.

Piergiorgio Serloni se llama, el piloto del vuelo condenado, lo conocía bien. “Germán (Marchán, ed) tenía 72 años y 18.000 horas de vuelo en los hombros – dijo a The Associated Press – Fue uno de los pilotos más experimentados y respetados aquí en Los Roques. Incluso su colega era experimentado y tan solo tenía 5000 horas. Era inevitable. Germán ha hecho sus cálculos y pensó que podía entrar en el grupo de nubes sin ningún problema, pero tiene que haber sido algo realmente trágico y que ocurrió de repente. “

Tanto es así que los dos pilotos no eran ni siquiera capaces de lanzar un llamado de mayday. “En esos montones de nubes a veces se provoca una corriente eléctrica tan fuerte – continúa Serloni – que pueden afectar el aire y destruir todo en unos segundos.”

¿Y por qué Germán optaría por entrar en el cúmulo de nubes? dice Serloni mientras extiende sus brazos.

“Es posible que la información recibida no era correcta, tal vez desde la torre de control le dijeron que la tormenta sería de corta duración, o fue la elección de una ruta más directa, más rápido.” Sí, porque en estos días, con la afluencia de turistas relacionados con las vacaciones de Navidad, se llega a cerca de 120 vuelos al día, ida y vuelta. Una cantidad enorme para este pedazo de tierra en el medio del Mar Caribe, un negocio para el que se tira quizás demasiado lejos”.

Enrique Rada, el único testigo de la tragedia, notificó inmediatamente después del estallido de la avioneta a la torre de control, pues sus monitores también mostraron la desaparición de la Britten Norman Islande BN2.

Enrique no lo pensó dos veces, trató de ponerse en contacto con su amigo Germán y dejó caer la altitud de su aeronave para iniciar de inmediato la búsqueda.

“Rápidamente me di cuenta de que la situación era grave – explica Serloni – pues el mar estaba muy agitado, con olas de más de tres metros, las cuales producen una gran cantidad de espuma blanca. Encontrar los restos era imposible”.

Luego agregó: “Por desgracia, una vez pasado el arrecife del mar, la profundidad cae duro a más de un kilómetro y medio, es casi un agujero negro”.

Mientras tanto, la investigación en el archipiélago continúa, aunque con dificultad ya que el clima empeoró en las últimas horas.

Rescatadores venezolanos en dos buques de la Armada y un aviónque vuela a baja altura, realizan labores de búsqueda, mientras los helicópteros que operan en la zona están de regreso sin pistas. Se informó que hasta usan un submarino, pero hasta el momento nada se ha encontrado.

“Están muertos. Siento ser tan duro, pero yo no quiero alimentiar falsas esperanzas a las familias ya afectadas por un dolor terrible”. Él no tiene ninguna duda sobre lo ocurrido.

Franca Rossi, italiano con más de 15 años en Los Roques y dueño de la posada “La Quigua”, una de las 20 posadas de la isla.

“Yo estaba en el aeropuerto cuando abordó Missoni – dice. Estaba allí para recoger la mercancía y lo vi cuando se disponía a salir. Te garantizo que en ese vuelo han fallecido los 6, incluidos los pilotos”.

Esto es para eliminar la última duda en el supuesto secuestro por presuntos narcotraficantes. “Son afirmaciones ridículas – dice Franca – los narcotraficantes no utilizan estos medios para realizar sus operaciones. Ellos tienen sus propios aviones. Y luego dicen que no había un corredor en el avión, nadie podía levantarse y hacer el secuestro de dos pilotos, pongo mis manosal fuego por los pilotos, eran buenas personas. “

El posadero dijo: “En todo caso, el problema real aquí es la pista. Es muy pequeña, y esto impide un mayor flujo de aeronaves más grandes y por lo tanto más seguras. Por supuesto, también está el problema de mantenimiento, pero una pista tan pequeña no ayuda. “

La Stampa