Diariamente, los vendedores ofrecen las frutas que se cultivan en la localidad como el lichi, el durian, y el mango,además de mariscos recién salidos del mar,gran variedad de especias secas y otros alimentos locales.
Los pobladores de Maeklong tejen su camino en medio de los vendedores, comprando todo lo que necesiten, mientras que los turistas más curiosos se maravillan con los productos más exclusivos del mercado, tales como ranas fritas.
Y en medio de lo que parece ser un día habitual en un mercado popular suena una alarma anunciando que el tren se aproxima, y en un instante el mercado se transforma: compradores y vendedores desaperecen, marcando una distancia entre los productos que se ofrecen.
Una vez que el tren pasa, que viaja a 15 mph atravesando el mercado, todo vuelve a la normalidad como si nada hubiera pasado.
Con información del Daily Mail.