El gigante de Internet Google no solo tiene que hacer frente a los retos del mercado y a la competencia entre otros grandes del sector, sino también debe enfrentarse a aquellos empleados que un día trabajaron para ella y que decidieron dejarla, ya que sus comentarios y opiniones no son siempre positivas para los de Mountain View.
Este es el caso de James Whittaker, un ingeniero que trabajó para Google durante dos años y después pasó a las filas de Microsoft.
Pero Whittaker es uno de esos empleados que no acabó muy bien su relación con Google, no por el trato recibido sino por el enfoque empresarial de la compañía. El ex empleado asegura que la llegada de Google+, la red social de Google, ha arruinado la compañía.
Whittaker, quien se unió a Google en el año 2009 y abandonó la misma el mes pasado, describe una cultura corporativa claramente dividido en dos etapas: el ‘antes de Google+’ y el ‘después’. Y es ese “después” el que considera “bastante terrible”.
“No fue una decisión fácil dejar de Google. Durante mi estancia allí estuve encantado con la compañía, pero mis últimos tres meses de trabajo para Google fuerob un torbellino de desesperación, lo que consiguió que mi pasión disminuyera”, asegura Whittaker en su blog personal.
Competencia con Facebook
Este ex empleado asegura que Google le apasionaba como compañía porque daba a los empleados la posibilidad de innovar, apoyando a los trabajadores a ser emprendedores mediante premios, competiciones y recompensas, aunque como toda compañía le preocupaba la publicidad.
“Según Eric Schmidt los anuncios estaban siempre de fondo. Los ingresos por publicidad nos daban el espacio necesario para pensar, innovar y crear. Foros como ‘App Engine’ o ‘Google Labs’ sirvieron como lugar de exposición de nuestros inventos”, asegura. Gracias a esa innovación llegaron “grandes productos” como Gmail o Chrome pero según Whittaker, Google se quedó atrás en un área clave: competir con Facebook.
Google+ se convirtió en el objetivo número uno de la compañía cuando Larry Page asumió el cargo de CEO de la compañía, afirma. “Lo social se convirtió en el grito de batalla de Google, y todo lo que no apoyara a Google+ era visto como una distracción“. Todo ello para intentar hacer sombra a su competidor más directo, Facebook.
De esta forma, según Whittaker, la publicidad consiguió comer terreno a la innovación en los productos de Google, algo de lo que gran parte de los empleados de Google estaban orgullosos. “Los antiguos días de Google en los que contrataban a personas inteligentes y les daban el poder de inventar el futuro se habían ido”, asegura. De ahí, su decisión de abandonar la compañía.