El derrame detectado la semana pasada cerca de la zona de San Francisco, en el estado occidental Zulia, fue en principio negado por Petróleos de Venezuela (PDVSA). Pero imágenes de la fuga de crudo mostradas por medios locales llevaron a la empresa a informar que había comenzado labores de limpieza.
Al menos cinco tanqueros fueron afectados por el crudo que flota sobre la superficie del Lago de Maracaibo.
“Los buques que cargaron en el terminal de Bajo Grande tienen los cascos manchados de crudo (…) Los tanqueros con destino Estados Unidos no pueden navegar en esas condiciones”, dijo un operador que prefirió no ser identificado.
La mayor parte de los tanqueros que parten de Venezuela son alquilados por PDVSA, cuya flota propia es insuficiente para atender la demanda. Los días que estas embarcaciones permanecen fondeadas, implican erogaciones de dinero para la estatal.
La fuente dijo que la limpieza de los barcos se ha estado haciendo de forma manual, lo que ha retrasado las labores de carga y despacho desde los terminales en el Zulia.
La marea negra, agregó, continúa extendiéndose y podría afectar a más embarcaciones.
PDVSA dijo en un comunicado que unos 50 pescadores de la zona trabajan en la limpieza.
“Este contingente ha recibido adiestramiento sobre la limpieza de hidrocarburos (…) La empresa aporta insumos, tecnología y la guía necesaria”, dijo la empresa.
Los derrames de hidrocarburos en el Lago de Maracaibo, una de las zonas de más vieja explotación petrolera del país, son frecuentes, dada la extensa cantidad de tuberías en su lecho.
El operador naviero dijo que en meses pasados los buques Hero y Proteo de PDV Marina, una filial de PDVSA, resultaron afectados por una fuga de hidrocarburos similar que nunca fue reportada.
El Gobierno venezolano ha prometido recuperar el ecosistema del Lago, pero sus esfuerzos parecen haber sido insuficientes hasta ahora pues la flora y fauna del lugar se ven perjudicadas por los frecuentes incidentes.
La bahía de Amuaycito, cercana al Centro Refinador Paraguaná (CRP) también en el occidente del país, sufrió un derrame el mes pasado que afectó la labor de los pescadores y que continúa siendo recogido.
El impacto ambiental de la industria venezolana de petróleo fue criticado en los últimos días a raíz de dos fugas de gas en un mejorador de crudo en la Faja del Orinoco que alarmaron a las poblaciones vecinas.
Aunque PDVSA afirma que está “saneando” los pasivos ambientales que la actividad petrolera ha dejado en el país miembro de la OPEP, siguen siendo frecuentes las denuncias de contaminación de parte de las comunidades cercanas a las áreas operacionales.
(Por Marianna Párraga; editado por Marcel Deza)
Reuters