Según reseña una nota de Rui Ferreira en El Mundo, el incidente ocurrió esta tarde en el puente McArthur que conecta Miami con Miami Beach. Según un portavoz policial, no identificado por los canales de televisión ni la prensa local, una mujer vio a los dos hombres desnudos luchando y llamó a la policía.
Cuando un agente acudió al lugar de los hechos, se topó con un hombre desnudo encaramado arriba de otro postrado en el suelo y “masticando la cabeza del otro hombre”, dijo el diario ‘The Miami Herald’. El incidente ocurrió en una de las rampas del puente, colindante con las instalaciones del rotativo. El policía ordenó al hombre que se detuviera, pero al no reaccionar éste, le disparó hiriéndolo. Aún así, el hombre siguió comiendo el rostro del otro, lo que obligó al policía seguir disparando. Un testigo dijo al Miami Herald que escuchó una docena de disparos.
El segundo hombre, con el rostro parcialmente descuartizado, se encuentra en estado crítico en un hospital de la ciudad.
De un lado del viaducto MacArthur, el lado en que la policía se había preparado para lidiar con problemas, hombres y mujeres escasos de ropa vertían cerveza y testosterona en las calles, cafés y clubes, mientras se movían al ritmo de la música estruendosa e incesante de South Beach.
Mientras tanto, en el lado del viaducto con destino a Miami, que debería ser el lado más tranquilo este fin de semana, un hombre desnudo fue muerto a tiros por la policía al descubrirse que estaba comiéndole el rostro a otra persona.
Bajo el cálido sol del sábado en South Beach, mucho antes de que empezara la noche de fiesta, los visitantes grabaron videos, posaron para cámaras y bebían cocteles del tamaño de una pelota de baloncesto, paseándose por Ocean Drive para el festival anual de música hip-hop/rap que se conoce como Urban Beach Week. El evento, que tradicionalmente atrae a más de 250,000 personas de todo el país y de todas las profesiones, es tan conocido por su ambiente festivo como por su mezcla de música y celebridades.
Muchachas en bikinis, vestidos calados y tops casi invisibles se paseaban de un lado a otro, algunas lo bastante valientes para hacerlo sobre tacones de estilete. Hombres con shorts y jeans por debajo de la cadera coqueteaban con ellas por la calle y eran rechazados casi siempre.
La presencia policial era grande, pero relajada. Había agentes en carritos de golf, bicicletas y sobre torres de vigilancia. Durante el día hubo varios arrestos por delitos menores. Los detenidos eran procesados en una unidad móvil de la policía de último modelo en Ocean Drive.
A pesar de los rumores de que a los policías de La Playa les habían puesto una cuota de 2,000 arrestos por día, el viernes sólo hubo 93 arrestos. Irónicamente, aunque los vecinos de South Beach se preparaban para la posibilidad de que cundiera el caos como en años anteriores, el hecho de violencia ocurrió a millas de distancia en Miami el sábado por la tarde.
Fue allí, en el Viaducto McArthur, justo al sur del edificio de The Miami Herald, que un hombre desnudo atacó a otro y, según se informó, empezó a comerse la cara de la víctima. Una mujer que vio lo que estaba pasando llamó a un guardia de seguridad de The Miami Herald y luego a un policía de Miami que pasaba por allí.
La policía dijo que el agente se acercó al hombre desnudo, le ordenó que se separara del otro, y, cuando él siguió mordiéndole la cara, lo mató a tiros. La víctima fue llevada de urgencia al hospital, donde se encontraba el sábado en condición crítica.
En un mensaje telefónico, Javier Ortiz, vocero de la Orden Fraternal de la Policía, declaró que el agente que disparó era “un héroe”.
“Basados en la información que tenemos, el agente de la Policía de Miami es un héroe y salvó una vida”.
Altarr Williams, sargento de la Unidad de Homicidios de la Policía de Miami, explicó que una persona no tiene que estar armada para ser peligrosa.
“Hay otros modos de herir a una persona”, indicó Williams. “Algunas personas pueden saber artes marciales, otras son muy furtes y pueden matarte con las manos”.