Así lo ha advertido hoy el doctor José Benítez, director médico de Boston Medical Group, alianza mundial de clínicas médicas dedicadas al tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas, ante el incremento del número de varones que se están aficionando a la práctica de este deporte sin tomar las medidas adecuadas.
Los ciclistas, tanto profesionales como aficionados, al montar sobre el sillín tradicional alargado sufren una presión continua sobre los nervios y vasos sanguíneos de la zona del periné, que reduce el riego circulatorio entre un 70% y un 80% en tres minutos.
La mayoría de los hombres reconocen incluso que, tras un recorrido de 30 minutos, la zona genital y del perineo se adormece, lo cual evidencia la falta de un riego sanguíneo suficiente.
Benítez ha explicado que la erección está provocada por un fenómeno de flujos y circulación sanguínea y, en consecuencia, si la circulación se ve drásticamente reducida en las arterias del pene, la respuesta al estímulo que la provoca también se ve disminuida, dando lugar a problemas de disfunción eréctil.
Aunque “la práctica del ciclismo es altamente beneficiosa para la salud”, el doctor ha resaltado “la importancia de seleccionar el equipo apropiado para realizar esta actividad sin riesgos para la salud”.
“Los sillines más adecuados serían aquellos en los que los glúteos soportaran la mayor capacidad del peso y no el periné”, ha puntualizado.
El experto ha hecho hincapié en que hacer ejercicio físico siempre es una actividad recomendable, ya que facilita el buen estado y funcionamiento del sistema cardiovascular y disminuye la probabilidad de desarrollar este tipo de problemas.