La ceremonia del anuncio vendrá precedida por la presentación final de las candidaturas, que tendrá lugar a partir de las 9.30 horas, con media hora de exposición para cada una, comenzando por Turquía y siguiendo con Italia y Francia.
A partir de las 11.45 se llevará a cabo la deliberación y la votación en el Comité Ejecutivo, con el anuncio de la federación que tomará el relevo a Ucrania y Polonia, que albergarán la de 2012, previsto para las 13.00 horas.
El presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, el vicepresidente primero, el turco Senes Erzik y el también miembro del Comité Ejecutivo Giancarlo Abete, italiano, no tendrán derecho a participar en la deliberación y en el proceso de votación al ser dos países que se presentan.
De esta forma, el segundo vicepresidente, Geoffrey Thompson (Inglaterra), será el presidente de la reunión y tendrá derecho a voto junto con los 12 miembros restantes del Comité Ejecutivo, los también vicepresidentes Ángel María Villar (España), Marios N. Lefkaritis (Chipre) y Joseph Mifsud (Malta); además de Allan Hansen (Dinamarca), Frantisek Laurinec (Eslovaquia), Avraham Luzon (Israel), Gilberto Madaíl (Portugal), Mircea Sandu (Rumania), Grigoriy Surkis (Ucrania), Michael van Praag (Holanda), Liutauras Varanavicius (Lituania) y Theo Zwanziger (Alemania).
La votación comenzará con una primera ronda en la que las candidaturas serán catalogadas en primer, segundo y tercer orden. La que quede tercera obtiene un punto, la segunda dos puntos y la primera tres puntos extra más una prima de dos puntos y la oferta con menor puntuación queda eliminada. Si en esta votación dos ofertas obtienen empatan se someterá a una votación intermedia.
En la segunda ronda, cada miembro del Ejecutivo votará por una de las dos y la que tenga mayor número de votos gana. En caso de empate, el presidente decidirá la elegida con un voto al aire.
Por lo que se refiere a la experiencia previa en grandes citas futbolísticas la de Italia y Francia es similar, ya que la primera albergó el Mundial en 1934 y 1990 y las Eurocopas de 1968 y 1980, y Francia fue la sede del Mundial en 1938 y 98, y de las Eurocopas de 1960 y 84. Mientras, para Turquía sería su primera gran evento futbolístico.
De esta forma, la UEFA deberá primero elegir entre la apuesta segura que personifican las candidaturas de Francia e Italia, dos de los países más solventes y con experiencia amplia en grades eventos, o arriesgar y seguir dando oportunidades a países más noveles, como hizo en las últimas tres ediciones (Bélgica y Holanda, Portugal y Austria y Suiza) y hará en la próxima con Ucrania y Polonia.
El deseo de los rectores del fútbol europeo ha sido en los años precedentes ampliar el abanico de países que poder albergar la alta competición, pero los problemas que han tenido con la preparación de la cita de 2012 quizá podrían hacerles inclinarse por algo más fiable.
Y es que los anfitriones de las próxima Eurocopa están teniendo serios contratiempos para cumplir los plazos de las infraestructuras y los estadios, por lo que los miembros del Ejecutivo quizá prefieran evitar sobresaltos.
De hecho, la de 2016 será la primera Euro con 24 participantes, por lo que será necesario un número mayor de estadios de primer orden. En este sentido Turquía cuenta a su favor con un buen legado, lo mismo que Francia, a la que le vendría bien un lavado de cara y prevé una inversión de 1,7 billones de euros.
Italia, uno de las grandes del fútbol mundial, que se quedó con la miel en los labios para 2012 podría tener su recompensa, sumando el hecho de que el comportamiento del público ha dado un salto hacia la mejoría, como se demostró en la final de la Liga de Campeones, mientras que en Francia y Turquía sí se han tenido que lamentar incidentes.
Fuente: el-nacional.com