Su principal novedad es que integrará la evaluación de las políticas de consolidación fiscal nacionales con el de las reformas económicas, hasta ahora analizadas por separado, dando lugar a incoherencias, según explicaron fuentes comunitarias.
Las fuentes explicaron que el «semestre europeo» hubiera permitido identificar y hacer recomendaciones sobre los riesgos que se avecinaban en países como Irlanda y España, cuyas cuentas públicas eran impecables antes de la crisis, pero cuyas economías estaban inflando burbujas en el terreno inmobiliario.
«El año 2011 marca una nueva fase en la integración europea y un progreso real en una gobernanza económica y coordinación de las políticas más reforzada», dijo al respecto el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, durante su primer discurso del año.
En el ejercicio de mañana, denominado «Examen anual de crecimiento», la Comisión Europea aún no hará recomendaciones detalladas por países, pero defenderá que los estados con peores indicadores en el terreno del desempleo o la consolidación fiscal deberán acelerar la aplicación de reformas estructurales para hacerles frente.