Más de 80 por ciento de la población venezolana puede considerarse pobre. Uno de los indicadores utilizados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) para medir la pobreza es la capacidad de cubrir los costos de una canasta básica. Para adquirir una, el venezolano necesita ocho salarios mínimos. Datanálisis calcula que 80 por ciento de los hogares ganan entre uno y cuatro salarios mínimos.
Si bien, de acuerdo con estudios que realizaron las universidades Católica Andrés Bello, Central de Venezuela y Simón Bolívar, la cifra alcanzó en 2014 a 48,4 por ciento, los índices inflacionarios alzan a la canasta básica familiar a niveles inaccesibles para el salario mínimo.
En una rueda de prensa, Gilberto Gudiño, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia (Ucez), expuso que según datos del Cendas-FVM, la canasta básica familiar ascendió entre junio de 2014 y junio de 2015, de 20 mil 560 bolívares a 54 mil 204 bolívares. Añadió que el aumento es de 163 por ciento. “¿Cuántos hogares realmente, en este momento, son pobres según la Cepal? Sería interesante hacer esa medición”.
El empresario ofreció un balance económico con su afectación al sector comercio. Indicó que las políticas económicas del Gobierno cooperan con el desarrollo de la inflación. Sostuvo que se incorporaron 610 billones de bolívares a la circulación monetaria en el primer semestre del año. Esto representa un aumento de liquidez de 30,41 por ciento. Para el mismo período del año 2014, la cantidad fue de 18,53 por ciento. Este aspecto junto con los altos niveles de escasez mantienen viva la preocupación de los economistas: “Este año se le está inyectando a la economía una gran masa de dinero que no encuentra productos por dónde drenar”.
El vocero de la Ucez añadió que la falta de inversión retiene la producción nacional y la escasez de distintos rubros propicia el aumento de precios. Explicó que para que se pueda lograr un equilibrio en la economía, la participación de la empresa privada, que tenga capacidad de maniobra es vital, pues se necesita inversión, pero la posición del Gobierno frente a los temas económicos contraria la posible medida.
“A Venezuela no va a llegar inversión mientras el Estado siga teniendo un lenguaje hostil y confrontador en contra de los sectores privados”. Ejemplificó con el caso de la expropiación de los galpones pertenecientes a Empresas Polar.
Consecuencias de la inflación
En cuanto a la problemática de la falta de liquidez de los cajeros automáticos, Gustavo Machado, profesor de Política Económica de LUZ, atribuyó la deficiencia a los índices de inflación que propician la circulación de más billetes para adquirir la misma cantidad de productos y servicios, sobre todo si son de baja denominación.
Resaltó que esta situación es aún más preocupante en los bancos, pues es allí donde se dificulta la cadena de pagos entre proveedores del sector privado, lo que “agrava la recesión en la economía”. Argumentó que esto frena la producción y aumenta la escasez. Enfatizó en la necesidad de implementar billetes de 500 y mil bolívares.
Para el asesor de Ucez, la solución de fondo es que el Banco Central de Venezuela detenga el financiamiento a las empresas estatales. Indicó que desde finales de 2012, la cantidad de dinero circulante se multiplicó cuatro veces.
“La producción no puede crecer cuatro veces en apenas tres años y medio. Como hay un exceso de dinero en relación a la cantidad que se produce, se genera la inflación”.
Caída de inventarios
Rubro | Caída | ||
Tela | 65 % | ||
Medicinas | 70 % | ||
Alimentos | 70 % | ||
Electrodomésticos | 93 % | ||
Repuestos | 70 % | ||
Útiles escolares | 80 % | ||
Carnes | 75 % | ||
Leche | 50 % |
Fuente: Balance de Ucez, con datos de Datanálisis y Fedenaga.