Presuntamente, funcionarios de los cuerpos de seguridad que custodiaban la zona lanzaron bombas lacrimógenas para dispersar la manifestación, lo que ocasionó el cierre de las entradas de la estación Chacao.
Los trabajadores reclaman que no se ha discutido la contratación colectiva y que sus salarios son demasiado bajos. Declararon a los medios de comunicación que unas 1400 personas se encuentran en esta situación.
Debido a que los manifestantes seguían en el lugar obstruyendo el tránsito en la Avenida Francisco de Miranda, efectivos de la Policía Metropolitana intentaron negociar para pedirles que se retiraran del sitio. “¡Primero tiran bombas lacrimógenas y después dicen por favor!”, reclamó uno de los trabajadores.
Coreando la consigna “Diosdado Cabello paga nuestro reales”, los trabajadores aseguraron que continuarán con sus manifestaciones y advirtieron que esperan no ser objeto de presiones o despedidos pues sólo reclaman sus derechos.