Massachusetts aguardaba la tormenta, a medida que ésta empezaba a pasar sobre la región de Nueva Inglaterra.
Las condiciones climáticas afectaron el tráfico aéreo, carretero y ferroviario en la ciudad de Nueva York la mañana del viernes. Automovilistas y peatones tuvieron que lidiar con ráfagas de lluvia, escasa visibilidad, carreteras resbaladizas y vientos intensos camino al trabajo. La Administración Federal de Aviación reportó demoras de hasta tres horas en los vuelos del aeropuerto La Guardia de Nueva York.
El vasto frente de lluvias se extendía desde las Carolinas hasta Maine, sobre todo en Carolina del Norte, donde Jacksonville recibió 30 centímetros (12 pulgadas) en seis horas, casi la cuarta parte de su precipitación anual promedio.
Cuatro personas, incluidos dos niños, murieron cuando la camioneta en que viajaban patinó en una carretera a 235 kilómetros (145 millas) al este de Raleigh y se precipitó en una zanja llena de agua, dijo la policía del estado. Una quinta víctima se ahogó cuando su vehículo cayó en un río crecido.
Los meteorólogos advirtieron sobre el peligro de posibles inundaciones repentinas en las ciudades de la costa este.
Las calles se convirtieron en ríos en Darby, un suburbio de Filadelfia. Los bomberos usaron un camión con escalera para revisar un departamento en el segundo piso de un edificio. La precipitación en esa zona superó los 25 centímetros (10 pulgadas).
La tormenta trajo lluvias necesarias al nordeste, después de un verano mayormente seco. Nueva Jersey estuvo dos meses en alerta por posible sequía.
Los meteorólogos dijeron que la lluvia seguirá cayendo en Nueva Inglaterra durante el viernes.
Vía “AP”