Los desaparecidos son 13 filipinos, entre ellos, 10 pescadores en la provincia de Catanduanes (Región 5), un chico de 14 años en la ciudad de Olongapo (Región 3) y una niña de 3 años en la población de Rizal (Región 2), reveló Efe.
El Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres informó en su primer boletín del día de que Meari ha cobrado fuerza hasta alcanzar vientos sostenidos de 105 kilómetros por hora y ráfagas de 135 kilómetros por hora.
Los expertos clasifican el fenómeno atmosférico como un tifón cuando los vientos sostenidos son de 120 kilómetros por hora.
En el archipiélago filipino, donde aún llueve en la región septentrional, quedan 329.904 personas afectadas en 27 municipios y 14 ciudades principales.
De este total, 75.150 filipinos o 15.621 familias están acogidas en 77 centros de evacuación, de ellos unos 20.000 en la capital del país, Manila.
Las autoridades han calculado de momento los daños provisionales a la agricultura y la red de infraestructuras en la Región 3 en 5.210.940 pesos (120.345 dólares o 84.831 euros), de los otros lugares aún no ofrecen datos.
Una adolescente de 14 años resultó herida a causa de los destrozos que causó un tornado en Quezon City, una de las poblaciones periféricas absorbidas por Manila.
Por otro lado, dos personas han muerto y tres continúan desaparecidas por el temporal que atravesó esta semana el norte de Vietnam, que también causó 80 heridos y dejó sin hogar a 1.000 familias.
Las víctimas mortales son una mujer embarazada que falleció por un árbol derribado por el viento en la ciudad portuaria de Hai Phong y un joven de 20 años ahogado en la provincia de Yen Bai.