«Earl es actualmente una fuerte tormenta tropical», que azota la provincia canadiense de Nueva Escocia (este), con vientos de hasta 111 km/h y fuertes lluvias que arrancaron árboles y postes eléctricos, según el centro canadiense de huracanes, indicó el centro el día de ayer, informó AFP.
Al menos unos 160.000 hogares carecían de electricidad, de acuerdo a reportes de la compañía Nova Scotia Power, que abastece de energía eléctrica a la provincia.
En el aeropuerto internacional de Grand Moncton, todos los vuelos fueron anulados hasta el mediodía de día de ayer. Algunos vuelos que salían del aeropuerto Stanfield de Halifax, la capital de la provincia, también fueron sido cancelados.
La tormenta Earl se dirige actualmente más hacia el este de lo que se había pronosticado por los servicios meteorológicos canadienses.
El meteoro había comenzado en la mañana de ayer a afectar Nueva Escocia y las autoridades lo habían clasificado como un huracán.
Una tormenta se transforma en huracán luego de que sus vientos superen los 119 km/h.
Earl se debilitó durante la noche del viernes tras su pasaje por el noreste de Estados Unidos, y luego fue degradado a tormenta tropical, según el reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
Prevención en EEUU
«Nos alegramos de que la tormenta haya sido menor de lo que esperábamos», dijo el director de la Agencia de Gestión de Emergencias (FEMA), Craig Fugate, e Carolina del Norte.
«El mejor escenario es estar preparados y que la tormenta no tenga ningún impacto», contestó a los periodistas que cuestionaron si los preparativos en la costa este no habían sido demasiados para el alcance que ha tenido.
Carolina del Norte, donde 30.000 residentes y turistas fueron evacuados sufrió daños mínimos y las consecuencias se han reducido a intensas lluvias con vientos de hasta 265 kilómetros y fuertes olas que causaron algunas inundaciones puntuales, pero sin víctimas.
Los estados de la región de Nueva Inglaterra y la península de Cape Code, un destacado lugar turístico, tampoco sufrieron su impacto como se había previsto, mientras que en Massachusetts hubo apagones de luz en algunas zonas.
Fugate señaló que hasta la próxima semana no habrá una cifra sobre el costo de la operación y recordó que tras «Katrina» cambió la legislación, que ahora permite movilizar los equipos del FEMA y los recursos necesarios sin tener que esperar por el gobernador.