Partes de Virginia y Virginia Occidental estaban bajo un aviso de posibles tornados y en la capital, Washington, las autoridades distribuían bolsas de arena para que los residentes protegieran sus casas de anegamientos. Miles de usuarios no tenían electricidad en la región central de la costa Atlántica, quienes iban a trabajar lo hacían por rutas resbaladizas y algunas escuelas demoraron su horario de apertura.
El sistema de tormentas iría hacia el noreste, según el pronóstico, y el aire frío convertiría la lluvia en nieve.
En el pueblo de Buford, en el norte de Georgia, un posible tornado causó grandes daños en un vecindario, pero no se informó de víctimas.
Imágenes de la zona mostraban techos volados y escombros desparramados en los jardines.
En Tenesí, un deslizamiento de rocas luego de que lloviera 50 milímetros (dos pulgadas) obstruyó la ruta entre Knoxville y el aeropuerto. En Pensilvania, hubo inundaciones y demoras en las escuelas. Pittsburgh había recibido más de 75 milímetros de agua desde la mañana del martes, dijo el Servicio Meteorológico Nacional, y las inundaciones llevaron a evacuar residencias estudiantiles del campus de la Universidad de Pittsburgh en Bradford, cerca del estado de Nueva York. Las clases del miércoles se cancelaron.
En el sur, la tormenta había llevado presuntos tornados a Luisiana y Misisipí, donde unas 12 personas resultaron heridas. Las escuelas seguían cerradas en Alabama.