Este domingo, al menos 21 personas murieron y otras 180 resultaron heridas en protestas protagonizadas por coptos, que protestaban contra la destrucción de una iglesia en la provincia de Aswan, en el sur del país.
Al menos 21 personas, 17 de ellas civiles y otras cuatro militares, han muerto y decenas de personas han resultado heridas en los disturbios entre cristianos coptos y militares en El Cairo, informaron a Efe fuentes de seguridad.
El primer ministro egipcio, Esam Sharaf, dijo hoy que los graves disturbios “no son un enfrentamiento entre musulmanes y cristianos, sino tentativas de sembrar el caos y la discordia”.
En un breve mensaje a través de su cuenta de Facebook, Sharaf pidió a los egipcios que no respondan “a los llamamientos de la discordia”, después de que una manifestación de cristianos coptos derivase en enfrentamientos que se han saldado con diez muertos.
“Es un fuego que nos quemará a todos sin hacer distinciones”, aseguró el jefe de Gobierno, quien instó a la unidad frente a “las fuerzas del sabotaje, el abuso y el extremismo”.
Asimismo, indicó que “la aplicación de la ley sobre todos es la solución ideal para todos los problemas de Egipto”.
El origen de los disparos en los disturbios es aún incierto, ya que, aunque la televisión pública señaló que provinieron de los manifestantes coptos, testigos presenciales explicaron a Efe que el ejército y los “balataguiya” (matones del antiguo régimen) les atacaron.
Según pudo comprobar Efe, en los alrededores de la televisión varios centenares de personas continúan enfrentándose a las fuerzas de seguridad, que lanzan gases lacrimógenos, y los disturbios se han trasladado a la céntrica plaza de Tahrir.
Los manifestantes piden que se procese a los que participaron recientemente en la destrucción de una iglesia en Edfu, en la provincia de Asuán, en el sur del país.