¿Crees que los seres humanos podamos ser independientes en lo afectivo? Si bien es cierto que la definición de dependencia contempla la subordinación y sumisión de una persona o cosa, también vislumbra el afecto y ayuda.
La dependencia nos lleva a crear vínculos amorosos con las personas que nos rodean, primero con nuestros padres cuando somos niños, en la adolescencia con los amigos y en la edad adulta con nuestro compañero sentimental.
De ahí que sea natural que los integrantes de la pareja dependan mutuamente para dar cumplimiento a sus expectativas, en una demostración recíproca de amor y comprensión. Es un componente básico para su buen funcionamiento.
La pareja que ama sanamente a veces tolera –de forma consciente o inconsciente- cierto grado de dependencia y/o control del otro, según las circunstancias. Es un estira y afloja que les permite conocer sus partes débiles y fuertes, lo que favorece un equilibrio en la relación.
Por ello, el depender no es negativo; pero sí lo es cuando la pareja se vuelve una prioridad sobre cualquier otra cosa.
El origen de este tipo de conductas se remite a la primera infancia. En esta etapa es fundamental el cuidado físico y emocional de nuestros padres: sentir sus abrazos, caricias, besos, miradas; también requerimos sus cuidados básicos de higiene y alimentación. Si fallaron en alguno de ellos, se quedan “huecos” de dependencia que la persona querrá satisfacer de manera inmadura toda su vida.
Pero también existen casos en los que el adulto tiene una fijación a esta etapa dependiente en la que hubo un amor sobreprotector y que lo lleva a buscar el amor “perfecto”. De esta manera la persona que ama a niveles obsesivos sólo se siente segura cuando la pareja cumple sus demandas de atención.
6 claves para desarrollar una dependencia sana
Acéptalo.
Reconoce si alguno de los dos o ambos se aman de manera insana.
Auto descúbrete
Contáctate con tus propios sentimientos y busca las motivaciones que llevan a engancharte con personas controladoras.
Escucha tu voz interna
Descubre qué te hace sentir bien, qué te lastima, qué sensaciones experimentas cuando estás con tu pareja.
Date espacios
Sin territorialidad no puede haber una buena relación, pero cuidado, tampoco puedes caer en el extremo.
Valórate
El creer en ti misma hará más enriquecedoras tus relaciones. Al tener tu autoestima alta, transmitirás una imagen positiva.
Expresa lo que sientes
Compártele tus verdaderos gustos y necesidades.
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