Sin importar cuál sea nuestra edad, somos muchos los que ante un examen sentimos ataques de ansiedad: aparece el malestar estomacal, sudores fríos, dificultad para respirar, mareos, etc. Esto se explica porque percibimos a la evaluación que vamos a enfrentar como algo peligroso, y creemos no tener las herramientas para abordar la situación. Desde la terapia cognitivo conductual, existen una serie de técnicas y procedimientos tendientes a eliminar este malestar. En este artículo, te ofrecemos consejos y tratamientos para tratar la ansiedad antes los exámenes.
Imaginemos que la ansiedad fuera un ejército con tres batallones: el fisiológico, el cognitivo y el conductual. Y que cada uno ataca por un flanco diferente, por el flanco que lleva su nombre.
El fisiológico ataca a nuestro organismo de la siguiente manera: Al corazón le hace latir más fuerte, a nuestro estómago “le hace un nudo”, nuestro pulso se acelera, tiemblan las manos y los pies…
Al conductual no le deja parar, nos hace ir de un lado a otro sin parar, nos hace comer más, beber más, fumar más, mordernos las uñas…Y por último, al cognitivo le ataca invadiendo nuestros pensamientos con ideas negativas como “no podré, soy un inútil…” Y estas ideas nos martillean con tanta fuerza que al final nos acabamos rindiendo y admitimos como ciertas. Pero ¿Son ciertas?
¿Cómo podemos defendernos de un ejército tan bien organizado?
Ante todo tenemos que observar cómo están organizados, de que manera nos están atacando, por cual de los tres flancos: ¿Con que frases, con que conductas?…
Al batallón que defiende el flanco fisiológico, hay que enseñarle a relajarse, hemos de aprender a relajar los músculos de nuestro cuerpo. Una técnica fácil (aunque como todas necesita de entrenamiento) es la de Jacbson que consiste en tensar y distensar distintos grupos musculares. Mientras los tensamos por 3-4 sg. Buscamos esa sensación de incomodidad, una especie de dolor sordo, y después, lentamente los vamos relajando y sentimos cómo la sangre vuelve a fluir por las venas, sentimos esa parte del cuerpo más ligera, fresca, relajada… Prestamos atención a esa diferencia de sensaciones. Así, en el momento en que la ansiedad se empiece a apoderar de nuestros músculos, sepamos que es lo que tenemos que hacer para encontrar la sensación de bienestar asociada a la relajación. Esto lo haremos con las manos, los brazos, el tronco, las piernas los pies y la cabeza: el cuello, la frente, la nariz, los labios… De tal manera que cuando los síntomas de tensión no intencionada sepamos combatirla con su antagonista, la relajación. Evitando el dolor de espalda, “el nudo en el estómago”…
Al flanco conductual lo defenderemos sin sacar por él nuestros nervios. Primero hemos de pensar que el lo que hacemos ante la ansiedad, y hacer lo contrario, si te da por fumar 10 cigarrillos más de los habituales, proponte reducir el número, a cambio, busca otras actividades incompatibles con el tabaco, aprende a hacer manualidades con un “boli” entre tus dedos, por ejemplo. O en vez de morderte las uñas, trata de dejarlas crecer y cuídatelas, píntatelas con esmalte (si eres mujer)…
Y para defender el último de los flancos, el cognitivo, habrás de ponerte a pensar en todas las frases irracionales que te dices. Son automáticas, así que fijarte en ellas te costará mucha práctica, al igual que antes, éste también necesita entrenamiento.
Para ayudarle puedes coger un folio y dividirlo en dos partes. En una escribe los pensamientos automáticos, irracionales, y en el lado contrario, cambia éstos pensamientos por otros más racionales y lógicos, más positivos.
Como puedes ver, la batalla contra los nervios pre-exámenes no esta perdida. Por suerte, la terapia cognitiva conductual sigue investigando y trayéndonos técnicas y consejos para hacerle frente a este problema.
¿Te ha resultado interesante este artículo sobre tratamientos para la ansiedad ante los exámenes? Si lo deseas, puedes compartirlo en las redes sociales, o dejarnos un comentario.