Por un lado, Carlos Sánchez disparaba su primer cuadrangular en la liga en el quinto inning ante Gustavo Chacín. Dos turnos después, Alex Cabrera ante el mismo zurdo, se convertía en apenas el tercer toletero en llegar a 100 vuelacercas en la historia del circuito nacional.
Por vez número 100, el “Samurai” alzó sus brazos y soltó el bate como ha sido su costumbre mientras miraba cómo su conexión salía en pocos segundos y caía a mitad de las gradas del jardín izquierdo del José Bernardo Pérez. Sus largos batazos lo llevaron, a sus 42 años, a ingresar al mismo club de sluggers donde está Robert Pérez (123) y Eliézer Alfonzo (113).
“No estaba pendiente de dar el jonrón 100, solo quería darle a la pelota duro y para abajo. Ahorita lo que queremos es ganar partidos, esta tiene que ser la mejor semana que hemos tenido. No estoy buscando jonrones, solo impulsar carreras”, comentó un tranquilo Cabrera, quien prometió darle la histórica pelota, por la que tuvo que pagar 700 bsF., a su madre, como muchos otros trofeos de su carrera.
“Le estaba dando bien a la pelota, pero los jonrones no estaban saliendo, esto es una muestra a la gente de que queda Alex Cabrera. Si no me hubiese ausentado tanto (por jugar en Japón), habría dado 200 jonrones”, agregó mientras celebrara el triunfo 14-7 ante los Navegantes del Magallanes, este viernes por la noche.
Pero, mientras los focos se centraban en el toletero de Caripito, el joven Sánchez, que tenía dos años cuando Cabrera disparó su primer vuelacerca en la 94-95, justamente con Tiburones, disfrutaba el haber remolcado cuatro anotaciones para su causa.
“Fue un momento bastante alegre. Todos los muchachos queremos salir a dar lo mejor. Gracias a Dios, él (Cabrera) pudo conectar su batazo y yo el mío para obtener la victoria”, comentó Sánchez sobre el tercer lauro consecutivo de los litoralenses, que empiezan a enrumbar su salida del sótano de la clasificación amarrados a la historia de dos generaciones del beisbol criollo.
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