En este diciembre para tener un arbolito de Navidad se requieren más de seis salarios mínimos, y otros tres más si se desea decorar las fachadas de las casas.
Albany Brazón / María G. García
Algunos encuestados aseguraron que se les hace imposible adornar su casa en navidad
Algunos encuestados aseguraron que se les hace imposible adornar su casa en navidadfoto: Samir Aponte
Puerto La Cruz.- En este diciembre para tener un arbolito de Navidad se requieren más de seis salarios mínimos, y otros tres más si se desea decorar las fachadas de las casas.
En el establecimiento EPA, situado en la antigua avenida Intercomunal, un arbolito oscila entre 20 mil y 33 mil bolívares.
En cuanto a adornos como peluches, bolas y flores, los precios van de Bs 800 a Bs 3 mil.
Con respecto a las luces, que por lo general se utilizan más de tres unidades, cada una cuesta Bs 1.450.
Las extensiones de cableado eléctrico también son indispensables para hacer una buena decoración y encender el arbolito, y su precio es Bs. 1.018.
La joven María Figuera se mostraba sorprendida mientras recorría la tienda y veía los precios.
Iba acompañada de otra compradora a la que le comentó: “Chica esto si se puso caro”, mientras observaban las guirnaldas que están en Bs. 2 mil 295.
Figuera contó que hace un año se casó, y junto con su esposo logró comprar un pequeño apartamento. Dijo que hace poco decidieron mudarse y él le había propuesto montar la primera Navidad de su matrimonio.
“Suena bonito, pero nos la hemos visto difíciles, pues a pesar de que los dos trabajamos nos alcanza sólo para pocas cosas. No quiero llegar a la casa y decirle que no podremos tener un arbolito este año”.
Prefieren comer
El ama de casa Yoleidys Acosta aseguró que no podrá decorar su casa porque prefiere comer.
“Toda la plata que uno consigue es para eso, el sueldo no da para más”.
Jessica Mariño, quien es administradora, expresó que sus utilidades sólo le alcanzaron para pintar su residencia.
“Decorar es imposible, todo lo que abarca el Espíritu de la Navidad está muy costoso”.
Magli Rodríguez tenía años con sus adornos y los botó porque ya estaban viejos, prefiere no comprar nada e invertir ese dinero en otra cosa más útil.
El obrero Gabriel Martínez aseveró que no adquirirá adornos para la fachada de su casa, porque seguramente se los robarán.
Fuente: El tiempo / LD